¡Bienvenid@!

Tal vez usted es de aquellas personas que siendo niños -o aun de adulto- ha vivido en una familia de padres narcisistas [Ver más explicación]; o quizás es de aquellas personas que tiene o ha tenido en su vida (familia, trabajo, lugar de estudio, etc.) un encuentro o relación con un psicópata o un narcisista, un psicópata "compensado" o un sociópata violento [Ver más explicación]. Si usted intuye que es de alguna de aquellas personas, entonces ha llegado al lugar correcto.


Este blog le proveerá con información y links. Recolectaremos artículos que reflejan de mejor forma la historia y el estado del conocimiento de estos temas, así como material de investigación que esperamos sea útil en algunos asuntos que hasta ahora han permanecido en la oscuridad.


Este blog es la creación de un grupo de sobrevivientes, algunos de los cuales son profesionales en las áreas de la medicina, pero tenemos las intenciones de permanecer anónimos. No nos consideramos profesionales en psicología. Nuestra única intención es compartir nuestra investigación. Este blog no es acerca de nosotros, sino más bien, acerca de usted.


¿Es usted un sobreviviente de un encuentro o relación con un psicópata o narcisista? Está todavía esclavizado, comprometido en la lucha de vida o muerte?


Hay una salida.


Esperamos poder compartir con usted algunos de los secretos de escapar y sanar, de hacerse libres de esas características que hacen a los seres humanos normales víctimas ideales de personas con anomalías psicológicas que merodean nuestra sociedad; monstruos entre nosotros.


Una vez sabiendo lo que son, cuáles son sus debilidades y sus fortalezas, las técnicas que utilizan para paralizarle y drenarle de energía, una vez que sepa que no está loco/a y que sobre todo, no está solo/a, puede comenzar el proceso de vivir otra vez. ¡La mejor venganza es una vida buena y plenamente vivida!


Todo comienza con conocimiento; usted puede saber la Verdad, y la Verdad le hará libre.


http://psicopatia-narcisismo.blogspot.com/

NOTA IMPORTANTE: El equipo de este blog no necesariamente comparte ni promueve los puntos de vista y opiniones expresados en los artículos o comentarios publicados en este espacio. Nuestra única intención es compartir nuestra investigación y alentar a nuestros lectores a que también se informen acerca de los temas tratados, que lean sobre el tema en otras fuentes, y que busquen a un terapeuta si lo consideran necesario. Del mismo modo, nuestras opiniones no son más que eso, y rogamos no las tomen como un consejo profesional. Nada puede suplantarlo. Somos simples ciudadanos interesados en este tema, y no pretendemos tener todas las respuestas. Las estamos buscando, como muchos de ustedes. Para más información, los invitamos a leer Carta para nuestros lectores: próximos artículos


miércoles, 18 de abril de 2012

Psicopatía: un grave trastorno de la personalidad



César Sánchez Olivencia
Sur Noticias

No sabemos realmente con exactitud cuántos psicópatas existen en el mundo; identificar a esta clase de enfermos es difícil, para la gente común y corriente. Más fácil es reconocer a un psicótico (loco). En el Perú citemos el reciente caso del holandés Joran Van der Sloot. Si la confiada Stephany Flores hubiera percibido que estaba frente a un psicópata, la historia habría sido diferente.

La psicopatía es un trastorno de la personalidad que tiene componentes genéticos. Los enfermos no siempre hacen daño físico pero si emocional. Pueden llegar a causar mucho sufrimiento a su familia, amigos y extraños. Por estar integrados en la sociedad no es fácil detectarlos. En cambio los psicóticos son marginados fácilmente del grupo social.

Por eso es importante la medición y evaluación de la psicopatía en la niñez y adolescencia mediante la Psychopathy Checklist: Youth Version o PCL:YV (Forth, Kosson, & Haré, 2003). La PCL:YV es una adaptación de la PCL-R de adultos (Haré, 2003) y busca evaluar rasgos psicopáticos en adolescentes entre 12 y 18 años. Al igual que la PCL-R consta de 20 ítems orientados a evaluar rasgos conductuales.

Los psicópatas carecen de empatía hacia las personas normales, ya que su conciencia moral es débil o inexistente. Resiste sin esfuerzo a toda regulación, incapaz de ver más allá de su interés personal o de adoptar estándares de lo correcto contra lo incorrecto. Son los enfermos más peligrosos que existen porque perciben a las personas como objetos.

Utilizan hábilmente su habilidad para manipular en el trabajo, la familia, entre amigos, para obtener un beneficio. Son egoístas y egocentristas. Pueden llegar a matar por dinero y repetir su conducta sin mayor represión. Egocentrismo es sentirse el centro del mundo y de los acontecimientos. Es querer ser el más importante. Egoísmo es sentirse, no sólo el centro, sino el único en el mundo, como si no existieran otros seres en el mundo.
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La psicopatía desde los puntos de vista clínico y criminológico define que estas personas sufren de un trastorno antisocial severo, crónico y difícil de tratar. Generalmente se trata de delincuentes adultos que tienen una alta tasa de delitos, alta probabilidad de delitos violentos, alta proporción de reincidencia y mala respuesta al tratamiento (Essau, Sasagawa & Frick, 2006; Romero, Luengo, Gómez-Fragüela, Sobral & Villar, 2005).

Se refiere también a personas que poseen un estilo de vida antisocial, que no son delincuentes habituales sino que implican encanto y habilidad para manipular, engañar y usar diferentes estrategias para alcanzar sus propósitos. Estas personas usarán la violencia cuando el encanto, la manipulación, y la intimidación no sean efectivos (Haré, 2003).

La psicopatía se conceptualiza a través de dos enfoques: uno clínico y otro conductual. La tradición clínica, recogida en parte en los criterios de la CIE-10 para la Personalidad Disocial (Organización Mundial de la Salud, 1992), enfatiza la presencia de rasgos de personalidad como falta de empatía, afectividad y de remordimientos.

La tradición conductual se refiere a los comportamientos trasgresores públicamente observables en una conducta antisocial reiterada, cuyos indicadores se reflejan en el Trastorno Antisocial de la Personalidad (TAP) descrito, con algunas variaciones, en las sucesivas versiones del DSM desarrolladas por la Asociación de Psiquiatría Americana (Romero, 2001).

El enfoque de Haré sobre la psicopatía (1991, 2003) es el que ha generado mayor consenso. Incluye dos grandes factores: (a) uno referido a características personales y afectivas, rasgos de egocentrismo, falta de sinceridad, insensibilidad y falta de remordimientos; (b) el segundo integra los aspectos conductuales a través de la evaluación de un estilo de vida desviado con conductas antisociales manifiestas.

En la segunda versión de este enfoque, Haré (2003) propone una nueva estructuración en la cual subdivide cada uno de los dos factores originales en dos facetas más específicas; los cuatro factores son: Afectivo, Interpersonal, Estilo de vida y Antisocial, y están asociados a ítems específicos del Psychopatic Checklist Revised (PCL-R), instrumento que representa esta concepción de la psicopatía adulta.

domingo, 15 de abril de 2012

La psicopatía de nuestros "líderes" y gobernantes



protestantedigital.com

¿Qué es un psicópata y qué características tiene? Este trastorno, tan usado en el cine y la literatura popular, se adjudica a menudo a asesinos y otras personas de perfil extremadamente violento. Un libro del periodista británico Jon Ronson, sin embargo, amplía mucho la definición. Explica que hay mucha más psicopatía entre los jefes, políticos y líderes, que en el resto de la población.

Las estadísticas muestran que en la sociedad en general hay un 1% de psicópatas. Restringiendo el dato a los líderes empresariales, políticos o religiosos, esa cifra sube hasta el 4%.

Jon Ronson, que ha publicado un libro ("¿Es usted un psicópata?", Ediciones B) con las conclusiones de su investigación sobre este trastorno de la personalidad, describe al psicópata como alguien que "no tiene remordimientos, no siente empatía, no se siente avergonzado... Así que no tiene ninguna razón para ser buena persona" . Vistos estos rasgos, concluye que en las áreas de alta responsabilidad hay muchas más personas que cumplen el perfil.

"Los psicópatas buscan el éxito, pero no necesariamente llegar a ser un magnate". Para muchos, el éxito es controlar y aterrorizar a una pequeña oficina", dice el autor. Aún así, la imagen habitual de una persona con psicopatía no es la que se puede ver en las películas de terror. "Los instintos violentos son sólo uno o dos de los puntos de la lista. Por supuesto que hay mucho psicópatas que no son violentos, que dan salida a su ambición por otras vías".

Tener los rasgos de un psicópata, sobre todo en un ambiente de alta competitividad y de lucha descarnada por los puestos de poder, incluso podría ser útil para conseguir ciertos objetivos. "Un montón de los psicópatas de cuello blanco, que provienen de buenas familias, no cometen crímenes, sino que llegan a ser tremendamente exitosos en sus profesiones", explica Ronson.

"Cualquier jefe tiene posibilidades de serlo, pero además creo que hay muchos psicópatas en el mundo del periodismo, una de las profesiones en las que no tener escrúpulos y ser despiadado se considera una cosa buena", dice.
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Separar los mitos de las estadísticas

En el libro, que más que académico pretender ser de difusión, el autor se ha centrado en prevalencia de la psicopatía, sus consecuencias, su tratamiento a través de los años. Lo ha hecho mediante una serie de entrevistas que incluyen encuentros con psiquiatras, enfermos, criminales y líderes empresariales.

Decidió investigar sobre la psicopatía para ver qué hay de cierto y qué de mera especulación en la diagnosis de locura que con tanta facilidad se prescribe en el mundo entero.

Ronson ya era conocido por sus trabajos de investigación en el periódico The Guardian y por un libro anterior, "Los hombres que miraban fijamente a las cabras", adaptado al cine en 2009 por George Clooney.

El test de Hare como Herramienta

Robert Hare es un prestigioso psicólogo criminal que desarrolló el test estándar que diagnostica la psicopatía. El experto afirma que "si despojamos el cerebro humano de la cordialidad y el afecto, no queda gran cosa excepto la determinación de triunfar" .

En su escala para identificar este trastorno de personalidad incluye criterios como la "locuacidad o encanto superficial", el "concepto elevado de la propia valía", las "mentiras patológicas", una "ausencia de sentimiento de culpa" o la "incapacidad para aceptar la responsabilidad de los propios actos".

En total, desvela las 20 características que comparten los psicópatas . Hare y Ronson llegan a la conclusión de que, si se les aplicara este test, muchas de las personas que ocupan puestos de responsabilidad en las altas esferas del poder político y económico serían consideradas psicópatas.

De hecho, las características de un psicópata coinciden con las prácticas de algunos personajes públicos que han saltado a la fama por escándalos de corrupción y abuso de poder, que además no han mostrado remordimientos después de haber sido declarados culpables.

El Test de Hare puntúa con 0, 1 o 2 puntos (de menor a mayor presencia) las siguientes preguntas: ¿Es locuaz? ¿Tiene encanto superficial? ¿Alardea de sus títulos y su valía? ¿Suele mentir con descaro? ¿Solo se siente bien en puestos de dirección? ¿Manipula a los demás? ¿Carece remordimiento? ¿Sus afectos son superficiales? ¿Su carácter es inestable? ¿Carece de empatía con los demás? ¿Carece de amigos de la infancia? ¿Quiere realmente a su pareja? ¿Tiene tendencia al aburrimiento? ¿Su estilo de vida es parasitario? ¿Tiene reacciones poco meditadas? ¿Tiene mala memoria? ¿Sus proyectos carecen de realismo? ¿Su carácter es impulsivo? ¿Adopta decisiones e iniciativas irresponables? ¿Ha tenido algún tipo de problemas con la ley aunque haya salido absuelto?

Si en total se suman 29 ó 30 puntos, la posibilidad de sufrir psicopatía es muy alta, explica el autor.


La tentación de "cazar" supuestos psicópatas


Ahora bien, es muy importante "resistir el impulso de colgarle la etiqueta a cualquiera", dice Ronson. "Si lo que tienes es un psicópata en la oficina, descubrirlo es una buena cosa porque saberlo te permitirá defenderte de sus manipulaciones, de sus ataques, sabrás que no es nada personal, que no es un problema tuyo, es un problema del otro".

Pero advierte de que hay que ir con mucha cautela ya que "enseguida empiezas a demonizar a cualquier persona que se ha portado mal contigo: el policía de tráfico, el jefe, un editor que te hace una crítica mala".

De hecho, Ronson asegura que la escala de Hare "es un arma peligrosa" y advierte de que "hay que tener mucho cuidado a la hora de etiquetar a la gente, porque una vez que te han colgado una etiqueta es muy difícil quitártela. Hay que resistir el impulso de colgarle la etiqueta a cualquiera que te caiga mal".

El autor concluye que su libro "es un reflexión moral sobre la importancia de la locura en nuestras vidas, cómo usamos la locura para destruir a otros; cómo usamos acusaciones de locura contra otros, y cómo esas etiquetas que le colgamos a la gente tienden a demonizarlos".

sábado, 22 de enero de 2011

¿Víctima de psicópatas y narcisistas? ¡Es posible sanar las heridas, y te lo mereces!

Queridos lectores y lectoras:

Hace mucho que no les escribimos una carta. Antes que nada, muchísimas gracias por todos sus comentarios, y por el valor que cada uno de ellos demuestra. Enfrentarse con la verdad no es fácil, pero sí muy liberador, como lo habrán notado.

En esta oportunidad, en lugar de compartir un artículo, quisiéramos hablar de la posibilidad de sanar las heridas inflingidas por los psicópatas y narcisistas que tanto daño han hecho y continúan haciendo en toda la sociedad.

Hablaremos de una técnica que ha ayudado a miles de personas y que, creemos, es una verdadera luz en el camino de todas aquéllas víctimas de psicópatas y narcisistas que llevan años sufriendo injustamente. Es hora de cortar las amarras, y de curar nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestras emociones, para poder al fin ser felices.

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Entre las consecuencias nefastas del trato con un psicópata o una persona dañina en general, se encuentra el Estrés Post-Traumático. Uno se siente estresado constantemente, deprimido, agotado, con la auto-estima por el suelo, sin esperanzas, culpándose por no haberlo visto antes, y muchas veces incluso enfermo. ¡BASTA YA! Si han sido víctimas de psicópatas o narcisistas, rogamos entiendan que NO ES SU CULPA. De verdad. Todos tenemos heridas, vacíos emocionales a causa del amor que no recibimos de niños, o producto de la sociedad que nos formatea para pensar que nunca somos lo suficientemente inteligentes, buenos, guapos, etc. Cuando aparece un/a psicópata, tan encantador, seguro de sí mismo, capaz de decir exactamente lo que necesitamos escuchar, etc., es normal que nos sintamos atraidos hacia él/ella.

En los artículos de este blog, ya habrán podido notar todas esas características que hacen de los psicópatas y los narcisistas en depredador más peligroso: seductor, excelente actor y mentiroso, perfecto a simple vista, encantador, etc., pero en el fondo el peor veneno, que nos mata muy lentamente, reforzando nuestras heridas y haciéndonos creer que todo es nuestra culpa.

Algunos profesionales han hablado del perfil de la víctima típica del psicópata. Como podrán imaginar, se trata en la mayoría de los casos de personas de gran corazón, y muy fuertes, pero con heridas emocionales, en busca de protección, de alguien con una mayor auto-estima, entre otras cualidades.

El mejor remedio para no ser víctima de un psicópata es SANAR por dentro. Años convividos directa o indirectamente con psicópatas han dejado heridas abiertas en nuestros corazones, en nuestra mente y a veces incluso en el cuerpo. Debemos tomarnos el tiempo de curarlas. Eso nos volverá fuertes e inmunes a su influencia. ¡Ya basta de decir "sí" a aquéllos que tanto nos hirieron. Incluso en su ausencia, seguimos creyéndoles, culpándonos a nosotros mismos, o extrañándolos.

Sanar esas heridas profundas ES POSIBLE.

Hace un tiempo nos topamos con un programa que, a simple vista, no tenía nada de diferente de otras técnicas. Pero con tan sólo unas pocas horas de práctica, pudimos comprobar el increíble efecto que provocaba. Mucha gente que lo practica nos ha escrito para informarnos acerca de los beneficios que obtuvieron. Incluso se lo practica en Estados Unidos, Francia, Inglaterra y Canadá en institutos de ayuda a mujeres víctimas de psicópatas, en cárceles de mujeres, en escuelas de niños maltratados, y en grupos con gente que sufre de estrés y enfermedades crónicas. Hemos recibido tantos informes positivos al respecto, que ahora lo practicamos también. ¡Y funciona! Es por eso que hoy quisiéramos recomendárselos, con la esperanza de que a ustedes también los ayude.

He aquí una descripción del programa, extraída del sitio web donde podrán encontrar tanto una versión en línea como el set completo (2 DVDs y 1 CD) para practicar en casa, e información acerca de clases cerca de su hogar, tal vez (tenemos entendido que pronto se organizará un curso en Barcelona, España).





¿Se encuentra usted estresado? ¿Sufre de fatiga crónica, o de alguna condición que su médico no logra diagnosticar? ¿O le dicen que “todo está en su cabeza”? ¿Siente dolores físicos durante la mayor parte del tiempo? ¿Está su cuerpo intoxicado por el entorno contaminado al que nos expone nuestro modo de vida? ¿Desea afrontar los retos de la vida con una gran calma y paz mental? ¿Le gustaría realmente sentirse saludable, feliz y sin dolor todos los días?

“Presentamos Éiriú Eolas (que se pronuncia “EIR-u O-las” ), cuyos beneficios están científicamente comprobados. Un programa increíble que le permitirá controlar el estrés, curarse, desintoxicarse y rejuvenecer. Es LA CLAVE que le ayudará a cambiar REALMENTE su vida de un modo inmediatamente perceptible:

Los beneficios comprobados del programa Éiriú Eolas incluyen:

  • control instantáneo del stress en situaciones que requieren un alto consumo de energía
  • desintoxicación del cuerpo, lo cual lleva a aliviar el dolor
  • relajación y un trabajo suave con traumas psicológicos y el pasado emocional
  • regeneración y rejuvenecemiento del cuerpo y la mente

Éiriú Eolas le permitirá acceder y liberar de un modo rápido y suave capas de toxicidad mental, emocional y física que se interponen entre usted y un cuerpo saludable, lo que le permitirá sentirse y verse cada vez más joven.



La clave está en practicar regularmente, sobretodo la meditación y la respiración tubular (los invitamos a visitar la página para más detalles). Sin exagerar, opinamos que es un bálsamo para el alma. Ayuda a liberarse de esos recuerdos que nos torturan, así como de capas y capas enterradas de emociones reprimidas. Todo eso que no pudimos ni supimos decir en el pasado comienza a volverse más claro. Hemos notado cómo ayuda en el proceso de comenzar a decir NO cuando es debido (algo muy difícil para las víctimas de psicópatas).


Ayuda también a nivel mental, ya que nos permite tomar cierta distancia y ver cada situación con mayor objetividad, algo extremadamente difícil cuando uno está en contacto con un psicópata.

Por último, ha ayudado a mucha gente a recobrar toda la energía perdida, la fuerza física para afrontar y VIVIR la vida sin cargar con tantas penas.

De todo corazón, se los recomendamos, y esperamos los ayude tanto como a nosotros.

Y recuerden. Este tipo de tratamiento es algo que merecen. No se torturen más. Ofrézcanse un regalo de vida y esperanza. No dejen que las mentiras y la manipulación de la gente dañina destruya su auto-estima. Respétense. Son muy especiales, y por eso seguramente hayan caído en las garras de manipuladores. Pero el psicópata no puede destruir nuestra esencia. No si no se lo permitimos.

Saludos afectuosos de parte del equipo de Psicopatía y Narcisismo

jueves, 20 de enero de 2011

Abuso emocional. De la cordura a la locura

Estimados lectores:

He aquí otro artículo interesante acerca de la psicopatía y su nefasto efecto en sus víctimas. También incluye algunos consejos sobre qué debemos hacer para detectarlos. Siempre se deben buscar HECHOS. ¿Qué hizo una persona por los otros, sin pedir nunca nada a cambio? ¿Es capaz de cambiar cuando se da cuenta de que hirió a alguien? Lo importante es tener toda esta información en cuenta y no dejarse llevar por las apariencias o por quién creemos que es una persona. Los hechos hablan por sí solos, aunque lamentablemente lleve mucho tiempo darse cuenta, y otro tanto recuperarse del dolor que nos han causado. ¡Pero este conocimiento protege, tarde o temprano!

Mucho ánimo para todos los que estén recuperándose después de una experiencia traumática con una persona tan dañina.

Fuente: Aslaram's Blog


Abuso emocional. De la cordura a la locura



En algunas ocasiones es muy difícil demarcar un límite claro entre la locura y la cordura, e incluso la maldad. Esto se debe a que ese límite, no es precisamente claro en la vida real, sino más bien “borroso”.

Jueces, abogados, psiquiátras y otros terapeutas, consejeros y profesionales de la salud mental y del campo legal, suelen sostener que si una persona es razonablemente consciente de sus acciones, por lo que refiere a su actividad cotidiana, y puede discernir entre el bien y el mal, entonces no se la considera una persona mentalmente enferma, sino una persona con problemas de carácter moral y es perfectamente imputable.


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Por el contrario, una persona que causa daño, pero no es capaz de controlar sus acciones en la vida diaria ni tiene claro la diferencia entre lo que es bueno y lo que es malo, es una persona que presenta trastornos psicológicos o problemas físicos, incluso (de tipo neurológico, por ejemplo) y, por ende, no puede ser sentenciada a prisión, sino que debe ser remitida a un hospital de salud mental.


Pero, el mayor problema es el que enfrentan tanto abogados, jueces, psiquiatras y psicólogos, como cualquiera de nosotros, al relacionarnos con un psicópata.


El término psicópata se usó ampliamente para referirse, erróneamente, sólo a asesinos seriales. En realidad, el psicópata es una persona que sufre un trastorno de personalidad, pero no padece insania al punto de no ser consciente de sus acciones dañinas.

La Asociación Psiquiátrica Americana define la personalidad psicopática como “una persona cuya conducta es predominantemente amoral y antisocial, que se caracteriza por sus acciones impulsivas e irresponsables, encaminadas a satisfacer sus intereses inmediatos y narcisistas, sin importar las consecuencias sociales, sin demostrar culpa, y en algunos casos sin mostrar ansiedad”.

Para comprender esto mejor, podemos decir que el psicópata tiene “algo de loco” y “algo de malo”, si bien no es una persona psicológicamente sana, también tiene componentes de perversión y agresión muy marcados. El grado de consciencia de los psicópatas, respecto de sus acciones, varía de una personalidad psicopática a otra. Es común que los psicópatas estén convencidos de sus propias mentiras y de su propio código moral (inmoral o amoral). No es raro descubrir, al hablar con un psicópata, que éste crea -sinceramente- que una agresión directa, como un comentario hiriente o punzante, sea algo gracioso o sea sólo un chiste.

El psicópata se caracteriza por tener la imperiosa necesidad de satisfacer sus propias necesidades, dejando de lado las necesidades de los demás, ya sean de sus padres, su pareja, sus hijos, sus hermanos, compañeros de trabajo, etc. Para el psicópata, “el fin justifica los medios” y no dudará en inventarse un mundo irreal, fantasioso y plagado de mentiras en el cuál pueda vivir según sus propias reglas y código moral.

La parte perversa del psicópata (la maldad) se canaliza y expresa a través de la agresión hacia otras personas, la falta de amor, compasión, empatía y cualquier otro sentimiento humanitario hacia las personas más cercanas (su propia familia, su pareja, sus hijos, etc.) y la necesidad imperiosa de causar un daño importante y dejar su marca para que todos conozcan al autor de dicho daño material. Normalmente, se jacta de dejar bien claro su nombre y apellido para que nadie dude de su capacidad de amedrentar y lastimar a los demás.

El lado insano del psicópata (la locura) queda expuesto, precisamente, por la falta de control total sobre sus impulsos. El psicópata no mide las consecuencias de sus acciones. Cree que el daño que causa es simplemente un “arrebato”, un “ataque de ira” y que todos deben perdonar sus acciones porque estaba enfadado o enfadada.

La diferencia entre un psicópata y una persona completamete insana, mentalmente, (loco), es que el loco difícilmente pueda funcionar en su vida diaria. Por lo general, la persona que está completamente loca no funciona correctamente casi nunca. El psicópata sí. Fuera de sus ataques, muchas veces dirigidos, intencionales y planeados, funciona normalmente en otros ámbitos de su vida. O al menos en apariencia.

Por ejemplo, una persona completamente insana, no puede ir de compras al supermercado, no puede conducir un automóvil, ocuparse de las tareas del hogar, estudiar, trabajar, ir a jugar a las cartas con amigos, o al casino, o cualquier otra actividad que requiera un mínimo de organización mental. El psicópata, sí.

EL psicópata hace muchas de estas tareas con absoluta naturalidad, incluso si vive sumergido en un mundo inventado, la mayor parte del tiempo, viendo fantasmas que no existen. Para el psicópata, todo aquél que no esté de acuerdo con su opinión es “el enemigo”.

Los problemas de salud mental, en general, son muy variados y complejos, por eso es difícil, a veces, decidir si una persona debe ser internada en un hospital de salud mental y recibir tratamiento, o si debe ir a la cárcel o recibir una sentencia menor ante una demanda penal. El psicópata reúne algunas características de ambos. Pero lo que suele convertirlo en una persona imputable, ante la ley, es el hecho de que suele planificar consciente y cuidadosamente, el daño que causa.

Los seres humanos que no padecen enfermedades ni trastornos psicológicos, saben que en la mayoría de las situaciones cotidianas, tienen una opción o más. Pueden elegir hacer el bien o el mal, pueden elegir hacer lo correcto o lo incorrecto. Es decir, una persona sana sabe que robar, matar, agredir, mentir, engañar, estafar, insultar, etc. son cosas malas y saben que pueden elegir hacer el bien o hacer lo correcto.

Los psicópatas también pueden elegir, pero optan por no controlar sus impulsos agresivos y dan rienda suelta a su ira. El peligro de vivir con un psicópata no es solamente el riesgo potencial del daño que pueda causar, sino el hecho de que la gran mayoría muestra una fachada casi perfecta, de ser una persona amable, afectuosa, simpática, positiva, etc. Los psicópatas tienen muy claro de que imprescindible esconder su lado negativo a fin de no ser descubiertos. Son altamente manipuldores, suelen ser muy bien aceptados y recibidos en cualquier círculo social, son las típicas personas “encantadoras”, pero debajo de su fachada, esconden un índice de perversión y egoísmo muy importante.

Una de las maneras de detectar un psicópata es evaluar, a lo largo de cierto periodo de tiempo, qué dio el psicópata a los demás, de un modo totalmente incondicional y altruista, y cuántas veces usó y manipuló a los demás para conseguir lo que quería. Cuando un psicópata no consigue lo que quiere, la furia que desata es desmedida e irracional.

El psicópata suele ser un perfecto embustero, suele engañar a la gente durante años, pero cualquier persona que puede leer a este tipo de personas entre líneas, puede detectar sus síntomas y señales de alerta, tempranamente. Otra de las características típicas de los psicópatas, que ayudan a desenmascararlos, es su falta de aceptación de toda responsabilidad por lo que hacen o dicen. Normalmente, suelen negar haber dicho o hecho algo, incluso cuando hay evidencias de sobra de que así lo hicieron. Esto es clave para detectar a un psicópata, por un lado suelen dejar su firma, tras una agresión o un agravio, para luego desmentirlo.

Recuerde… “Cuando la limosna es grande, hasta el santo desconfía”. No dude en dudar un poco de aquellas personas que parecen casi perfectas. A veces, detrás de una sonrisa inmaculada, puede esconderse el más perfecto psicópata.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El jefe psicópata: radiografía de un depredador

IntraMed
30/11/10

Un libro de Hugo Marietán

El psicópata con poder está en su salsa. Es un depredador voraz e impiadoso. Una apasionante libro que describe las tipologías de los jefes psicópatas.



"El jefe psicópata. Radiografía de un depredador". Dr. Hugo Marietan.

El psicópata con poder está en su salsa. Su natural narcisismo le devuelve una y otra vez una imagen embellecida que justifica, en todo, su accionar; no hay resquicio, en su mente, para el error propio. Sin error no hay arrepentimiento y sin arrepentimiento no hay corrección del rumbo, sino persistencia. Su obrar psicopático se ajusta a sus códigos propios y lo hace impermeable e intolerante a las críticas. El que lo critica no es un adversario, sino un enemigo.

El líder no psicópata adversario del psicópata, en cambio, es una persona que dirige personas y basa su poder en el consenso, en la discusión. Al no saber que se opone a un psicópata trata de elaborar sus estrategias basadas en un error: la empatía, “si yo estuviese en su lugar…”. El psicópata no piensa como él, no es empático. Es un depredador voraz e impiadoso.

Espero contar con un lector que se atreva a lo nuevo, que se despoje de prejuicios e ideologías, que no confunda distinguir con discriminar, y que me acompañe en este apasionante laberinto de desmesuras que conforman la mente del psicópata (Hugo Marietan).


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Fragamento del capítulo dos del libro (tipos de jefes psicópatas)

Algunos de los personajes del poder

El fanático es un tipo de personaje que toma las consignas del poderoso como un dogma y no utiliza ningún tipo de criterio para pensarlas o criticarlas. Para el fanático, lo que dice el poderoso es lo que es, y ciegamente debe cumplir las órdenes que le dan. El fanático, a su vez, es un adoctrinador constante. En función de su automatismo es un elemento peligroso para la sociedad, sobre todo para aquellos que son opositores al régimen imperante. El fanático está movido por la fe, es absolutamente irracional y no median en su accionar intereses propios objetivos, es decir, no lo hace por un interés económico o para generar poder él mis¬mo, sino que lo hace por una convicción y una certeza incontrastable. Puede morir defendiendo al poderoso o a su lema y es el último en ser reducido cuando se acaba el período del poderoso. Difícilmente el fanático cambie de bandera; cuando su líder es derrocado se sume en el resentimiento y la añoranza del tiempo pasado. Es un soldado del poder.

El secuaz es el que está en las inmediaciones del poder, en contacto muy cercano al poderoso, quien deposita sobre él un porcentaje de su confianza y le otorga una cuota de poder para que pueda llevar a cabo las acciones accesorias bajo sus órdenes. Es el encargado del trabajo sucio del poder. El poderoso, en realidad, no confía totalmente en nadie. El poderoso lo cubre en todas sus acciones oscuras porque es una herramienta útil del engranaje del poder. Es el encargado de bloquear a los opositores y, en casos graves, de diagramar la supresión de ellos. Es también aquel que se encarga de los factores económicos que contribuyen a agrandar, no lícitamente, las arcas del poder. El secuaz maneja recursos y es el depositario de muchos secretos de la trama que se sucede detrás del telón del poder. El secuaz es una persona con ambiciones propias que momentáneamente coinciden con las ambiciones del poderoso. Este tipo de persona es la encargada de negociar el traspaso de poder cuando las circunstancias son desfavorables para el poderoso. La imagen del secuaz para los mandados es odiosa y les resulta incomprensible que permanezca al lado del líder, que muestra siempre una actitud ambivalente en lo externo hacia el secuaz. Este juego está tan bien hecho, cuando es realizado con arte, que los mandados en su mayoría están seguros de que las acciones negativas del poder son ejercidas individualmente por los secuaces a espaldas del líder, quien permanece con su imagen impoluta.

El influyente realiza el vínculo entre los mandados y los estamentos del poder. Este personaje debe tener un don de gente muy agilizado. Es en realidad un diplomático fuera de la jerarquía de la diplomacia, que es otro de los trucos en la estructura del poder, ya que el influyente consigue las prerrogativas que solicita el mandado, previo acuerdo de los estamentos del poder, que en función de las circunstancias conviene que aparezcan como un favor del influyente hacia el mandado, dejando otra vez libre de culpa y cargo a los estamentos del poder. Estamos hablando aquí del influyente real y no del mentiroso que hace creer que es influyente, pero que, en realidad, es un estafador. El influyente es un negociador que permite acercar al poder aquellas estructuras disidentes que en determinado momento conviene que estén menos críticas o que apoyen ciertos actos de poder. En el campo de la negociación estos actos siempre tienen un costo que beneficia, en parte, a los mandados y, por supuesto, al influyente en sí. El influyente es una especie de comerciante, cuya materia prima de comercio es su acceso a las estructuras de poder. Es un personaje muy voluble y muy dado a cambiar rápidamente de bando cuando cae una estructura de poder. Algunos exagerados los tildan de traidores, pero en realidad son elementos útiles en cualquier esquema de poder. Aun en las revoluciones más recalcitrantes se hace buen uso de estos personajes. Así en la Revolución Francesa un buen porcentaje de nobles pasó a cumplir esta función. Lo mismo pasó en la Revolución de 1917 en Rusia, donde algunos no¬bles zaristas pasaron a formar parte de la nueva es¬tructura revolucionaria.

El aliado tiene un compromiso transitorio, en función de sus propios intereses de poder, con la estruc¬tura del poderoso. La alianza es el resultado de una negociación donde la estructura del poder debió ceder parte de su poder para conseguir el refuerzo del poder que le otorga el aliado. La relación entre esta estructura y el aliado siempre es metaestable, es decir, requiere una constante atención para controlar el estado de la alianza. Y siempre es insatisfactoria. Para el aliado, no se ha recibido el suficiente poder, y para la estructura, se ha cedido demasiado poder al aliado. Este vínculo inestable permanece mientras se sigan las reglas esta¬blecidas en el contrato de alianza. Detrás de esto siempre subyace la esperanza de la estructura de fagocitar al aliado o a los factores de poder del aliado. Y el aliado, a su vez, espera en algún momento suplantar a la estructura de poder, es decir, son enemigos latentes con máscara de amigos.


El negociador es la cara visible, a diferencia de los otros negociadores solapados ya mencionados, el encargado del acercamiento de las posiciones entre la estructura del poder y los disidentes. Generalmente son los que tienen cargos de ministros, secretarios u otro cargo jerárquico y constituyen, en realidad, los fusi¬bles en caso de que las negociaciones salgan mal o que el resultado de las negociaciones sea negativo para los mandados. Estos fusibles, otra vez, son resguardos para la imagen del poderoso. El grado de independencia del negociador es mínimo. Ostenta un poder neta y visiblemente delegado, y aquellos que participan de la negociación tienen claro que es un mero intermediario. El negociador tiene que tener la característica de saber con claridad qué es lo que quiere conseguir el poderoso de la gestión que está realizando. A su vez, el poderoso no le da toda la información, sino sólo aquella fracción de información que le es útil para llevar adelante su gestión. Así, muchos negociadores no tienen idea del efecto real de su negociación. Saben que responde a una táctica del poder, pero desconocen la estrategia completa que guía el accionar de esa ne-gociación. Y esto debe ser así, ya que en el proceso de la negociación, el negociador inevitablemente dejará traslucir intenciones del poderoso. De ahí la precaución de otorgarle sólo una fracción de la información necesaria. No cualquiera puede cumplir este rol, debe ser una persona con un don de gente especial y, a su vez, con una firmeza de carácter que lo mantenga tenazmente en el objetivo mientras aparenta plasticidad frente a los otros negociadores. La negociación en sí es un arte, ya que implica elementos prácticos y efectivos; también influye el talento innato del negociador. Suelen ser personajes muy requeridos para la estructura del poder y de difícil hallazgo, ya que, como sabemos, los técnicos abundan pero los artistas son pocos. Por lo general el negociador no tiene una sólida postura doctrinaria y es también un personaje voluble.


El autor

Dr. Hugo Marietán (Bio)

Es psiquiatra especializado en psicopatía y escritor. Se desempeña como docente en la Universidad de Buenos Aires, y ha escrito libros de cuentos y teatro. Entre sus obras relacionadas con la psiquiatría puede citarse El complementario y su psicópata (Ananké 2007).

Referencias: "El jefe psicópata".
Editorial Libros del Zorzal, Argentina.

viernes, 13 de agosto de 2010

Apendices A y B - La familia narcisista

Stephanie Donaldson-Pressman, Robert M. Pressman
Narciso y Eco. El Sistema Narcisista Original
El Modelo de la Familia Narcisista - Apendices A y B
La Familia Narcisista - Diagnóstico y Tratamiento
Editorial: Jossey-Bass

Apéndice A: Una descripción de la teoría psicoanalítica del narcisismo.

Decir que han habido volúmenes de material escrito sobre el narcisismo y teoría psicoanalítica apenas prepararía al neófito para la aparentemente infinita cantidad de ensayos, artículos, libros y compendios escritos en el último siglo acerca del tema. Para el lector que desee un repaso de las características mas sobresalientes del tema, ademas de nuestras anotaciones, le ofrecemos la siguiente modesta descripción.


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El Narcisismo como forma de resolver conflicto

Reduciendo la teoría freudiana del narcisismo a su forma mas simple, estamos hablando de resolución de conflicto: la habilidad del infante de moverse de lo que Freud etiqueta como narcisismo primario (identificando a la madre como objeto de amor primario) a la fase “normal” Edipal.(1). Esencialmente, Freud describe al narcisismo en términos del objeto amor.

Una persona puede amar:

1. De acuerdo al tipo narcisista:
a. lo que es (su propia persona).
b. lo que fue
c. lo que le gustaría ser
d. alguien que alguna vez fue parte de él.
2. De acuerdo al tipo dependencia (apego).
a. la mujer que lo nutre
b. el hombre que lo protege y la sucesión de sustitutos que toman su lugar (2).

En términos Freudianos, las sanas relaciones objeto son del tipo apego o tipo dependencia, mientras que las malsanas son narcisistas. Así mismo, el narcisismo primario, como en un bebe – que no conoce otro objeto que si mismo, y no puede diferenciar entre el ego e identidad – un estado natural y transitorio. El segundo (y patológico) narcisismo, por el contrario, ocurre cuando el libido se remueve de los objetos externos y es redireccionado hacia el propio ego (si mismo).(4)

El ensayo “Sobre el Narcisismo” de Freud, cuya lectura o relectura que recomendamos se haga en su texto original, es una breve, bien formulada y bella exposición. En él, Freud introduce sus teorías sobre el narcisismo primario y secundario, redefine su modelo de relaciones objeto, y refuerza y extiende su teoría sobre el libido. En el contexto de finales del siglo veinte, sin embargo, las distinciones de género de Freud tal vez ofendan a algunos profesionales de la salud. Por ejemplo, al discutir el objeto-preferencia de los varones dentro del marco del desarrollo libidinoso narcisista normal, Freud afirma, “Apegos completos del tipo objeto-amor es, hablando propiamente, característico de los varones. Despliega la marcada sobrevaluación sexual que sin duda se deriva del narcisismo original del niño y por tanto corresponde a la transferencia de ese narcisismo al objeto sexual.” (5) En contraste, la discusión del objeto-preferencia femenino dice: “Las mujeres, especialmente si han crecido bien parecidas, desarrollan una cierto auto-satisfacción la cual compensa las restricciones sociales que les son impuestas en su preferencia de objeto. Estrictamente hablando, es solo hacia ellas mismas que tales mujeres aman con una intensidad comparable al amor que un hombre siente por ellas”. (6)

Leído casi cien años después, estas palabras suenan increíblemente sexistas; si se observan desde una perspectiva histórica, por otro lado, el genio del trabajo de Freud no se pierde. Aún el mismo Freud dio una cuasi disculpa en un ensayo posterior, asegurando que sus declaraciones al respecto de la vida femenina erótica no reflejaban “ningún deseo tendencioso de mi parte para desprestigiar a la mujer...Hay un gran número de mujeres que aman de acuerdo al tipo masculino y quienes desarrollan la sobrevaluación sexual propia de ese tipo” (7). No muy convincente, tal vez, pero demostrativo de buenas intenciones.

Observando al narcisismo primario de los niños – de nuevo, dentro de un contexto normal y no-patológico – Freud salta de la crisis infantil narcisista de la transferencia del objeto amor (de si mismo hacia otros) a la crisis narcisista parental al criar al niño: “El amor de los padres, el cual es tan conmovedor y en el fondo tan infantil, no es mas que el narcisismo de los padres vuelto a nacer, el cual, transformado en objeto amor, sin duda revela su forma anterior” (8) De un modo simplista, Freud habla de todos los padres – y todas las etapas de desarrollo de la paternidad – como si fueran siempre iguales. Desde luego, no lo son. Tal como un niño se desarrolla en etapas, también lo hacen los padres; a medida que el niño se mueve – eso se espera – de la etapa del narcisismo primario, también lo hará un sistema parental saludable y “entenderá” su identificación con el niño y no vivirá a través de él. Cuando no son capaces de hacer esto, tal vez se desarrolle una familia narcisista. Desde nuestra perspectiva, existe una continuación del narcisismo, como lo existe de la habilidad parental. Eso no es lo mismo que decir que las observaciones de Freud sobre el narcisismo parental están completamente equivocadas. Nosotros, sin embargo, no vemos evidencia definitoria que esto sea verdad para la mayoría de los sistemas parentales; en vez de eso, se presenta como el peor caso.

La teoría de lo que Freud llamó las “neuronas narcisistas”, la cual después se expandió en numerosos trabajos, puntualmente delineó las paradojas esenciales enterradas bajo el exterior narcisista. Estas paradojas se convirtieron en la inspiración de teorías y tratados sobre el tema desde Klein hasta Kohut: la grandiosidad enmascarando inseguridad, egocentrismo enmascarando baja autoestima, auto-aborrecimiento enmascarado de amor propio.(6) Algunos teóricos después buscaron describir y explicar paradojas adicionales: fría indiferencia sacudida por episodios de furia narcisística (10): la creación de un falso yo para esconder y proteger al yo vulnerable y sin valor, (11) y la inhabilidad de producir respuestas empáticas cuando la empatía es la clave terapéutica para desencadenar y liberar la personalidad narcisista. (12) Al mismo tiempo que entregaba lo que muchos estudiosos consideran el trabajo seminal sobre narcisismo, Freud también lanza una advertencia a los terapeutas: “En las neuronas narcisistas la resistencia es inconquistable; a lo mucho, somos capaces de echar una mirada inquisitoria sobre el borde de la pared y espiar lo que está pasando del otro lado” (13).

Es un largo salto desde la hipótesis de Freud a la definición de narcisismo como desorden de la personalidad del DSM-III-R (Manual de Estadísticas y Diagnóstico). En el camino, han habido muchas interpretaciones y re-definiciones de las teorías de Freud, junto con aquellos cuyas teorías difieren de Freud. La mas notable tal vez sea la de Kohut, quien contribuyó al entendimiento de la psicología del ser y postuló acerca del rol que la empatía juega en la formación de síntomas en la niñez y la resolución de estas durante la terapia.(14). A pesar que el trabajo de Freud sobre el narcisismo no fue ni por mucho su esfuerzo mejor documentado o investigado, es la base de todas las demás teorías sobre el narcisismo.

Literatura contemporánea: La Escuela Británica, Mahler, Kernberg, Kohut y otros.

El periodo post-Freudiano dió a luz a numerosos adherentes de la perspectiva Freudiana, mas notablemente en la escuela de las relaciones-objeto. Esta influencia británica se ejemplifica en el trabajo de Melanie Klein, W.R.D. Faribairn, Harry Guntrip y D.W. Winnicott (15). Margaret Mahler ha emergido como la teórica mas prominente de las relaciones-objeto en los Estados Unidos.(16)


Klein

La teoría de las relaciones-objeto de Klein, en esencia, discute la relación entre la madre y el infante durante el primer año de vida. El primer “objeto” - entidad separada de si mismo, ya sea existiendo como una entidad discreta, viable o como una representación interiorizada mental – con quien el infante tiene una relación tal vez sea, por ejemplo, el pecho de su madre. La habilidad del infante de organizarse alrededor de la relación con la madre como un objeto de amor externo es un pre-requisito para el desarrollo saludable del ego.

Mahler


Mahler describe el proceso del desarrollo saludable del ego en voluminosos escritos; una breve reseña de este proceso es:

1. La “Etapa normal de autismo” (17) (o el narcisismo primario de Freud (18)), en la cual el niño se funde con la madre.
2. La “Etapa simbiótica”, en la cual el infante se vuelve consciente tanto de su habilidad de lograr el placer (distensión, como al estornudar o defecar) así como de obtener placer de su madre (al nutrirse y acurrucarse). Comienza a reconocer estímulos externos (objetos) y comienza a luchar por la homeostasis. Este es el comienzo del proceso de la separación-individuación.(19)
3. La etapa en la cual el narcisismo más probablemente se desarrolle, bajo la teoría de las relaciones-objeto, es la parada en el camino llamada crisis de la reconciliación. (20) Si en este punto el niño es enfáticamente apoyado en sus opuestas necesidades de autonomía y de fusión con su madre, pasará esta etapa y seguirá hacia la siguiente fase, la fase Edipal (23) Para nosotros, el punto clave de esta etapa se representa mejor con los primeros intentos de caminar del infante; realiza unos cuantos pasos, voltea a ver si la madre está todavía ahí, intenta otros mas, y enseguida corre de regreso a la seguridad de los brazos de su madre. En los casos donde la madre no lo suelta – o por el contrario, donde la madre no lo recibe de regreso – la semilla del narcisismo se planta. (Vea también el trabajo de Sophie Freud sobre el sobreamar/subamar, un síntoma de la familia narcisista (22))

Kernberg

El estudiante mas notable de la teoría de las relaciones-objeto con respecto al estudio psicoanalítico del narcisismo es Otto Kernberg, profesor de psiquiatría de la Universidad de Cornell y autor del clásico Condiciones Limítrofes y Narcisismo Patológico (23) Kernberg clasifica a la personalidad narcisista como un sub-grupo del desorden limítrofe de la personalidad. Distingue el narcisismo normal, el cual no incapacita la habilidad de tener relaciones-objeto, del patológico, el cual es visto como un serio deterioro de esta capacidad. Caracteriza a los narcisistas como excesivamente absortos en si mismos, intensamente ambiciosos, faltos de empatía, grandilocuentes, teniendo una necesidad inapropiada de alabanza y tributo de otros, y despreocupados de la comodidad de otros excepto en el nivel mas superficial. Experimentan el placer solo en la presencia de la admiración, y se aburren rápidamente sin ésta.

Kernberg enfatiza las dualidades paradójicas mencionadas arriba (grandiosidad/inseguridad, y demás). Distingue el narcisismo del desorden de la personalidad limítrofe al decir que la personalidad narcisista “tiene un ser grandioso, cohesivo, sin embargo altamente patológico, el cual esconde la identidad interior difusa y sin propósito. (24). A pesar que fue Kohut quien acuñó el término furia narcisistica, Kernberg describe un tipo de furia que es vengativa y compulsiva; una necesidad para obtener “retribución” frente a un insulto o desprecio que amenace al bien defendido narcisista.(25).

Kernberg describe tres niveles de narcisismo. El primero, que hace recordar a “los favoritos de los dioses” de Bach, son exitosos o talentosos lo suficiente para arreglárselas y recibir toda la admiración que requieren, y tal vez nunca vayan a terapia. Los segundos son parcialmente exitosos pero a menudo buscan tratamiento por su dificultad para mantener relaciones duraderas o por sentimientos generales de desorientación y desolación. Al tercer grupo pertenecen aquellos que probablemente han sido diagnosticados con el desorden de la personalidad limítrofe; se manejan claramente en un nivel limítrofe y manifiestan severos problemas en áreas de control de impulsos, tolerancia a la ansiedad y sublimación. (27). Estos narcisistas también muestran evidencia de rasgos paranoicos (enmascarados con arrogante desdén o desapego), creyendo que otros los están husmeando, esperando la oportunidad de perseguirlos.(28)

Mientras que Kernberg es un Freudiano clásico y tiende a usar términos médicos (tales como maligno y terminal) eso no sirve sino para agudizar la severidad - sino es que la desesperanza - de la condición narcisista, su exposición acerca de lo que el narcisista enfrenta en la adultez madura, (lo que comúnmente se llama “crisis de los cuarenta”) es compasiva y empática. Para citar sólo una pequeña parte: “[Debido a] la gradual toma de consciencia que las gratificaciones narcisistas de la juventud y triunfos pasados no están disponibles ya, y para evitar la dolorosa envidia de su propio pasado, el paciente narcisista es forzado a devaluar sus logros y victorias pasadas” (29) (Noten el contraste con respecto a la perspectiva de Kohut de la adultez madura, la cual se describe abajo)

Kernberg indica frecuentemente que la agresiva cualidad subyacente del narcisista patológico, combinado con su envidia y necesidad de control, lo hacen un paciente difícil. Mientras Kernberg cree que el análisis puede ser de valor para los narcisistas patológicos, de todas maneras apunta que las dificultades de transferencia son extremas y representan un serio problema para el terapeuta. Esto es por la dificultad del narcisista de ver al terapeuta como un ser discreto, independiente del narcisista, y su correspondiente necesidad de devaluar tanto la habilidad del terapeuta como la naturaleza de la experiencia terapéutica. (30)

Kohut

Mientras Kernberg y otros se adhieren al modelo psicoanalítico de Freud, Heinz Kohut aboga por una mente abierta en términos de eficacia del modelo, incluyendo psicoterapia intensa y de corto plazo. (31) Kohut era un asistente profesoral en el departamento de psiquiatría de la Universidad de Chicago, un miembro de la facultad y analista en entrenamiento en el Instituto de Psicoanálisis de Chicago, y un profesor visitador en el área de psicoanálisis de la Universidad de Cincinnati. Como el lector verá mas delante, en muchas maneras ha sido un rebelde dentro de la comunidad psicoanalítica/psiquiátrica.

En claro contraste con Kernberg, Kohut no ve al narcisismo como maligno o terminal; de hecho, ni siquiera ve al narcisismo patológico como una entidad separada del narcisismo primario, sino como una fijación desarrollada por el ser primitivo. Kohut asevera que gran parte del lenguaje peyorativo en la descripción del desorden de la personalidad narcisista en el DSM-III-R tiene mucho que ver con un problema social de valores sesgados que con el desorden en si. Ciertamente no está muy lejos de las simpatías de Jung, quien deplora el “empobrecimiento del simbolismo” e insta al regreso a la espiritualidad y verdadera individuación del ser (En “Arquetipos del Inconsciente”), o de Fromm, quien apunta que “el problema con nuestra cultura no es que exista mucho egoísmo, sino muy poco amor propio verdadero”(32)
El primer libro de Kohut, Análisis del Ser, presenta su teoría de la psicología del ser. En pocas palabras, la alegría narcisista del niño es detenida, necesariamente, por el propio desarrollo del infante y la decreciente habilidad de la madre de satisfacer todas sus necesidades. Por tanto, el niño intenta aferrarse a esa felicidad narcisista al asignarle (1) una imagen grandilocuente y exhibicionista (el ser narcisista) , y (2) una imaginada e idealizada imagen conceptual – la fantasía del completamente devoto y todo poderoso padre de fantasía.

Si todo marcha bien, el ser grandioso y exhibicionista será domado (socializado) y se integrará con el tiempo a la personalidad adulta capaz de satisfacer sus necesidades de acuerdo a su ego y cumplir sus propósitos. Yendo mas allá, si todo va bien, la imagen parental idealizada se integra en la personalidad adulta en la forma de ideales y valores. Sin embargo, si el niño sufre de algún trauma narcisista, el ser grandioso nunca se integra, y en su lugar se perpetúa la lucha por su satisfacción a un nivel primitivo, el cual Kohut describe como “un fracaso del ser-objeto arcaico”(34) Similarmente, si un niño sufre decepciones inapropiadas para su etapa por parte del padre a cargo, la imagen parental idealizada se mantiene intacta, y el adulto debe buscar sin descanso apoyo, seguridad y validación en el objeto transicional primitivo.

El modelo de transferencia de Kohut, entonces, se vuelve fácilmente entendible a medida que el terapeuta permite al paciente ponerlo en el rol del padre idealizado. Ya sea que la falta de empatía parental y/o constancia causaron la crisis narcisista, la transferencia puede restablecer la imagen idealizada, arcaica e imaginada del padre que mantiene el paciente, quien entonces puede retomar el proceso de desarrollo (transferencia idealizada). Del mismo modo, si el proceso terapéutico requiere un regreso al ser grandioso y arcaico, el paciente tal vez identifique al terapeuta con el rol del ser-objeto, alguien que existe para reflejar al paciente sus logros (transferencia espejeada).

Kohut también fue responsable de reportar la furia narcisística, la cual se desarrolla a partir de un profundo sentimiento de decepción y perdida de los seres-objetos. Mucho de los escritos de Kohut tienen que ver con el análisis de la furia narcisística y su impacto socio-político (usa la teoría para explicar el arribo de Hitler al poder en Alemania, para dar un solo un ejemplo)(36).

Mientras Kohut, tal como hace Kernberg, reconoce que la venida de la adultez madura presenta dolorosas dificultades al narcisista, particularmente de frente con el concepto Jungiano (37) de la depresión vacía basada en el “ser agotado”, (38) también cree que esta etapa en la vida tiene la posibilidad de transformación del narcisismo y el descubrimiento de la aceptación de la vida como es ahora. Para Kohut, “una cierta paz brota en la adultez madura”.(39)

Otros teóricos y el DSM-III-R

Hay un número de teóricos que han hecho contribuciones significativas a este campo de conocimiento. Bach documenta peculiaridades cognitivas asociadas con el desorden de la personalidad narcisista. (40). El lenguaje, por ejemplo, toma un significado distinto: en vez de una comunicación clara de sentimientos, pensamientos o ideas, es usado en una manera auto-céntrica para regular y aumentar la autoestima. De manera similar, el tiempo pierde su calidad impersonal y abstracta y es en vez calculada por su impacto interno y personal. Bach también comenta sobre la presencia de cambios de humor en el narcisismo, ya que los estados de ánimo son excesivamente dependientes de estímulos externos, del reforzamiento o falta de los mismos.(41)

Cooper (42) ha relacionado al narcisismo con las tendencias masoquistas, como lo han hecho también Storolow y Lachmann (43), y aún Kohut en una pequeña (e inconclusa) discusión del caso del Dr. Neiderland sobre la perversión homosexual masoquista, (44) mientras que Bach (45), Baumeister (46), Freud (47) y numerosos otros han relacionado al narcisismo patológico con el sadismo.

Mientras que las definiciones, descripciones clínicas y programas de tratamiento para lidiar con el desorden de la personalidad narcisista son numerosos, para los practicantes clínicos en búsqueda de desembolso de terceros, todo lo anterior está delineado en el DSM-III-R. (48) 301.81 es el código del DSM-III-R para el desorden de la personalidad narcisista. La característica esencial es un desorden de personalidad caracterizado por los rasgos arriba descritos de grandiosidad, exagerado sentido de la auto-importancia, una necesidad exhibicionista de atención y aprobación, fantasías de éxito, fría indiferencia o marcados sentimientos de ira en reacción a amenazas percibidas al autoestima, perturbaciones en las relaciones interpersonales, falta de empatía. No hay información disponible sobre tales factores predispuestos para el sexo y los patrones familiares, mientras que el diagnóstico diferencial lista al desorden de la personalidad limítrofe e histríonica. Algunos terapeutas, sin embargo, aseveran que existe una inclinación hacia la designación de estos desórdenes como mas característicos de las mujeres.

Conclusión

Parafraseando a Chessick, el narcisismo tiene una amplia gama de significados. (49) Las teorías sobre el narcisismo que se han desarrollado van desde el normal (esencial) hasta la personalidad narcisista (patológica). La sinopsis anterior resalta las características mas sobresalientes de la teoría psicoanalítica en relación con el desarrollo del concepto de la familia narcisista.

Apéndice B: Terapia con los Blake.

El siguiente caso, a manera de viñeta, es en realidad una combinación de dos sesiones de terapia con una pareja, los Blake. Este caso en particular fue escogido porque las transcripciones de estas dos sesiones tocaron muchos temas que se cubren en el modelo de la familia narcisista, tanto en términos de material teórico explorado como de las técnicas usadas en terapia.

La primera sesión se enfocó principalmente en ayudar a los Blake a “estrechar el enfoque” (a combatir la tendencia hacía la generalización) en sus discusiones y concentrándose en su estilo comunicativo - estableciendo “reglas justas de combate” y creando una atmósfera donde los temas centrales pudieran ser discutidos a salvo. En la sesión número dos, los Blake fueron entonces capaces de atacar los problemas de la familia de origen narcisista que componían el núcleo de sus problemas de comunicación.

Al contar la historia de este caso, en donde los temas o conceptos de la familia narcisista – tales como leer la mente, “Hago, por tanto soy”, establecimiento de límites, y posesión de sentimientos – son discutidos, se han resaltado con {}, como por ejemplo {posesión de sentimientos}. Donde las demostraciones de técnicas terapéuticas específicas son usadas, especialmente en la sesión dos, están denotadas con los signos [], como por ejemplo [clarificación]

Excepto por ediciones hechas con el fin de conservar la confidencialidad de los pacientes, el abreviado texto de estas dos sesiones presenta tal cual lo que ocurrió.

La historia de los Blake

Al final de su terapia (concluida debido a la reubicación laboral del esposo), la Sra. Blake habló para preguntar si su esposo podía acompañarla en su terapia.

La Sra. Blake era una sobreviviente de incesto que había estado en terapia durante dieciocho meses. A pesar que había hecho grandes avances, estaba aprensiva respecto a la interrupción de su tratamiento y la consecuente búsqueda de otro terapeuta una vez establecida en su nuevo hogar. Ya que el Sr. Blake había asistido con su esposa algunas veces para tratar temas específicos relacionados con los efectos del incesto en la habilidad de su esposa para relacionarse sexualmente, él se sentía cómodo con el terapeuta, y no era necesario tratar temas de comodidad, seguridad o de lealtad terapéutica de manera previa.

Primera Sesión

Cuando arribaron, los Blake estaban agitados. Trataron de hablar de cualquier cosa por unos momentos, pero era obvio que tenían una agenda y la encontraron algo embarazosa. Después de cruzar miradas y guiños, el Sr. Blake dijo, “Usted tiene que ayudarnos a comunicarnos mejor. Estamos sobre el cuello del otro todo el tiempo. No podemos cruzar dos palabras sin terminar peleando.” La Sra. Blake asintió. “Con la presión por mudarnos y todo, parece que cualquier progreso hecho se ha perdido. Me siento muy enojada con él todo el tiempo!”.

“Oh, y no solo es ella”, brincó el Sr. Blake de manera protectora. “Ambos hemos estado enojados y perdiendo el temperamento mucho”. En este punto, era aparente que los Blake se estaban sintiendo incómodos. La Sra. Blake rápidamente se ponía a la defensiva con cualquier sugerencia de crítica, y el Sr. Blake corría a su defensa – aún ante la ausencia de ataque. A medida que el escenario se desarrollaba, se reveló que la tensión en la casa estaba causando una constante fricción entre los Blakes, y ellos eran incapaces de resolver un conflicto sin que otro ocupara inmediatamente su lugar. Los Blakes estaban perdidos; pero sabían que estaban tratándose grosera e injustamente, pero ambos se sentían bajo ataque y enojados la mayor parte del tiempo.

El terapeuta sintió que serviría establecer reglas concretas [estrechando el enfoque], el tipo de lista que uno podía llevar a casa y colgar del refrigerador. Muchos pacientes encontraban estas sugerencias específicas muy efectivas para diluir la ansiedad temporalmente. Ya que tienen la seguridad que les da la lista, son capaces de relajarse y hablar sobre temas mas profundos. El terapeuta escribió la lista de impedimentos para una pelea justa en el pizarrón {creación de lista, adaptado de El Enemigo Íntimo de Block} (1):

- Los reclamos acusatorios que comiencen con “Tú”
- Nombres acusatorios - “Flojo bueno para nada”, “Maldita mentirosa” y demás.
- Referencias familiares - “Eres justo como tu madre!” (o padre, o hermano flojo)
- Almacenar agravios – guardarlos para luego sacarlos durante una pelea
- Referencias históricas - “Hiciste lo mismo la última vez que mis amigos estuvieron aquí!” (o en Fin de Año, o hace diez años)
- “Siempre” y “nunca” - “Nunca me ayudas con los niños; Siempre tengo que hacerlo todo yo!”

El terapeuta explicó que estas son técnicas que la gente usa comúnmente durante las peleas, y que son contraproducentes. Si el propósito de la pelea es ventilar sentimientos fuertes que tal vez sean contrarios y llegar a un acuerdo, entonces es importante mantenerse en el tema, manteniendo un estrecho enfoque, y evitando los estratagemas descritos. Son hirientes, amplían el enfoque y opacan la posibilidad de acuerdo.

Los Blake rieron al ver la lista - y enseguida la anotaron. Individualmente, repasaron la lista y anotaron sus favorito. El Sr. Blake favoreció a los reclamos “Tú” y las referencias históricas. La Sra. Blake prefirió los reclamos “Tú”, los nombres acusatorios y el almacenamiento de agravios. Ninguno uso referencias familiares, pero ambos confesaron usar referencias históricas y “Siempre/Nunca” en ocasiones. Ambos pensaron que la lista era de ayuda, y que tal vez pudieran comenzar a reconocer esos estratagemas destructivos en si mismos y en los demás.

Esto no era el fin del problema para los Blake. En realidad, ni siquiera trataba el problema real. Ya que estaba relacionado con el problema principal pero no lo aludía los pacientes no se sentían amenazados. Sintieron que habían aprendido algo útil, que ahora tenían algo concreto qué llevarse consigo (la lista), y que habían sido validados – si hay una lista, entonces otras personas también hacen lo mismo, y no se encuentran solos (es decir, no eran singularmente deficientes, estúpidos, malos). La introducción de la lista estrechó el foco para los Blake; se relajaron, se rieron un poco, y comenzaron a ver su situación como un problema a resolver más que como una condición de su ser. No creyeron que su problema estuviese resuelto, pero sí tenían la esperanza que sus problemas pudieran ser tratados poco a poco – en piezas – y por tanto volverlos mas manejables.

Segunda Sesión

Dos días después, los Blakes regresaron. Reportaron que sus interacciones verbales habían mejorado debido a la lista, pero su nivel de ira y frustración aún estaba alto. La Sra. Blake mencionó de nuevo que estaba extremadamente enojada con su esposo. “Simplemente no puedo hablar con él del todo – acerca de nada! Me hace enojar tanto todo el tiempo!”.

“Ella parece estar muy enojada conmigo,” agregó el Sr. Blake en tono triste, después se animó a decir, “pero los dos hemos estado irritados el uno con el otro, no es solo ella”. Con una mirada explosiva, la Sra. Blake corrigió, “No estoy hablando de ti, John, estoy hablando de mi – acerca de cómo me siento. Y la mayor parte del tiempo me ignoras y no parece que te importe un bledo lo que siento!”. Sintiendo que la sesión se iba por la borda, el terapeuta preguntó a la Sra. Blake un ejemplo reciente donde su esposo pareciera no importarle sus sentimientos.

Recordó un ejemplo inmediatamente: “Mis lentes! Necesito nuevos lentes porque no he estado viendo bien por un largo tiempo ya, y mis antiguos estaban lastimando mi nariz; son muy pesados. Aún si no lo fuesen, necesitaría nuevos de todos modos; necesito bifocales. De cualquier manera, continuamente le digo a John que necesito ir que me cambien la prescripción y recoger mis nuevos marcos, pero no pudiera importarle menos. Cada vez que le sugiero un momento para ir, tiene una excusa para no hacer el viaje. Desde luego, nada mas que le falte algo a su camioneta, y hace el viaje de veinticinco millas a la agencia de autos sin problemas. Así que, finalmente logré que me llevara, escojo mis nuevos lentes y los preparan mientras vamos por un sándwich. Regresamos y ve la nota de venta y se vuelve loco! Quería matarlo! El dice, 'No pudiste encontrar lentes mas baratos?'. Y 'De verdad tenías que entintarlos verdad' en tono sarcástico. Me hizo sentir tan pequeña. Como si no fuese merecedora de tener unos lentes bonitos. Los hubiera regresado, de verdad lo hubiera hecho. Me quitó toda alegría.” Volteando a ver a su esposo ella dijo sollozando, “Siento que piensas que soy una basura”.

“Cariño”, comenzó el Sr. Blake. “Si hubiese podido arrancarme la lengua lo hubiese hecho. Estaba simplemente sorprendido!” Volteando al terapeuta, preguntó: “No estaría sorprendido si alguien le pasara una nota de venta de trecientos dólares? Por unos lentes?” De vuelta a su esposa, “Lo siento, exageré. Fue temporal. Estoy feliz que hayas encontrado tus lentes. Sé lo mucho que los necesitabas. Pero te he dicho un centenar de veces. Qué mas quieres de mi?”

El terapeuta agradeció a ambos su recreación del evento y alabó su voluntad de discutirlo [retroalimentación positiva]. “Dígame de nuevo, Pam, como se sintió cuando John se enojó” La Sra. Blake dijo, “Me sentí – pequeña. Como si hubiese ido mas allá de mis límites. Como – si no fuese valiosa” {posesión de sentimientos}.

“Qué sintió que John estuviese realmente pensando y sintiendo?”

“Sabía lo que estaba sintiendo! Él me estaba odiando. Pensó que no era merecedora de ese dinero. Él pensó que yo era una fea y terrible persona por comprar lo que quería con su dinero arduamente ganado – aunque dije que yo los pagaba. Y lo hice. Pagué por ellos. Esa es otra cosa. Le dí el dinero” {lectura de mente}.

El terapeuta levanto su mano, realizó el gesto de “tiempo fuera” y dijo, “Sé que hay más pero quiero enfocarme sólo en este punto por el momento [estrechando el enfoque]. De acuerdo?” La Sra. Blake asintió. El terapeuta volteó a ver al Sr. Blake, quien lucía miserable. “Honestamente”, comenzó, “Nunca quise...”

De nuevo, el terapeuta llamó un tiempo fuera. “John, voy a pedirle que conteste unas preguntas, y quiero que conteste tan honestamente como pueda. Sé que usted quiere comunicarse, y llegaremos a esa parte eventualmente, lo prometo. Ahora – honestamente – quería usted ir a la ciudad a comprar los lentes de Pam?”

El Sr. Blake observó dudoso al terapeuta, y luego a su esposa. “Bueno...sabía que necesitaba sus lentes – y por supuesto quería que los tuviese!”

El terapeuta clarificó: “Pero era una prioridad para usted? Era algo que usted ansiaba hacer cuando se levantaba? Algo como, 'Oh, Wow! Que bien! Hoy voy a llevar a Pam que compre sus lentes! Oh, gracias, gracias Dios!'” Ambos estaban riendo [Humor/hipérbola]. “No,” respondió sonriendo el Sr. Blake. “Ciertamente no me sentía así! Realmente no estaba en mis planes ese viaje. Quiero decir, sabía que tendríamos que ir por ellos tarde o temprano, pero odio manejar con todo el tráfico y las obras en construcción y los turistas”{posesión de sentimientos}.

“Quiero que me quede claro”, dijo el terapeuta. “Usted sabía de algún modo que irían a conseguir esos lentes, pero no era una prioridad para usted, y no estaba en sus planes próximos hacer el viaje. Es esto correcto?” {clarificación}

“Sí, así es como me sentía”. Asintió el Sr. Blake.

“Y luego cuando llegó al lugar, se sintió irritado con la cantidad a pagar, es esto correcto?”

“Bueno si,” Afirmó el Sr. Blake, “Pero solo porque era mucho dinero y no me lo esperaba! No tenía que ver con...”

El terapeuta señaló otro tiempo fuera. “Le molestó gastar trecientos dólares en lentes?”, preguntó. “Sí,” contestó el Sr. Blake. {posesión de sentimientos}. “Bueno, no estaba exactamente emocionada yo tampoco!” Pam agregó.

El terapeuta asintió y sonrió, pero regresó al Sr. Blake. “Veamos si lo entiendo. Usted sabía que ella necesitaba lentes, usted no estaba emocionado con el viaje, y cuando usted finalmente fue, le incomodó la cantidad a pagar. Hasta aquí, es esto preciso?”

“Hasta aquí, si.”, aceptó el Sr. Blake.

El terapeuta se reclinó, luciendo satisfecho. “Ahora lo entiendo. Obviamente usted odia a Pam y desea que estuviera muerta” [extensión, hipérbola].

Ambos lucían momentáneamente impactados. Luego la Sra. Blake comenzó a reír, y el Sr. Blake, a chisporrotear. El terapeuta continuó: “Hey – es muy aparente para mi. Qué mas pudiese significar? Dijo que estaba enojado con el precio de los lentes. Pero usted sabía que en realidad quería decir que la odiaba! Usted podía leer su mente, no es eso correcto, Pam?” Había un semblante de reconocimiento, pero la Sra. Blake estaba confundida. “No estoy segura. Quiero decir, no creo que en realidad él haya pensado eso!”

“No fue así?”, el terapeuta preguntó. “Piénselo de nuevo, Pam. Recuerde lo que sintió cuando John expresó su enojo. En realidad creyó que sólo estaba hablando de los lentes? Cómo se sintió para usted?” La Sra. Blake comenzó a mover la cabeza sollozando.

“Cuando usted estaba en la óptica, y John se enojó, usted se sintió como una mujer adulta y competente en ese momento?”

La Sra, Blake movió de nuevo su cabeza, indicando que “no”.

“Cómo se sintió usted?” el terapeuta inquirió.

“Como una niña pequeña”, respondió, secándose las lágrimas. “Es como, cuando se enoja conmigo – cuando cualquier persona se enoja conmigo – me siento como una niña pequeña” {viejas cintas}.

“Usted sintió que John desaprobaba lo que usted hizo, o la desaprobaba a usted? Odiaba el precio de los lentes, o la odiaba a usted?”

“Siento que...” Paró y comenzó a sonreír, luego dijo, “como si me odiara y desearía que estuviera muerta”. Observó al terapeuta. “Suena ridículo cuando lo digo, porque se que no es verdad. Pero usted tiene razón. Así es como me siento en ese momento”. {generalización, Hago...Soy}.

El Sr. Blake se recargó sobre ella y tomó su mano. “Cielo”, dijo, “Yo nunca – honestamente – sentí como si...”

La Sra. Blake interrumpió. “John, sé que eso no es lo que quisiste decir. Realmente. Pero así se sintió en ese momento. Suena ridículo. Pero así es como me sentí, en ese instante.”

El terapeuta se metió en la conversación. “De acuerdo. Esto es genial! Pam, John, ustedes están tras algo aquí. Quiero que vayan un poco mas lejos con esto. Eso está bien con ustedes?” [retroalimentación positiva].

Ambos asintieron con entusiasmo. “Seguro”. “Vaya por él!”

El terapeuta se inclinó hacia el Sr. Blake, y dijo, “John – honestamente, ahora – qué preferiría hacer? Se reclinó de vuelta, sosteniendo un dedo en el aire hablando graciosamente. “Numero uno – llevar su camioneta al taller, estar con los muchachos hablando de amortiguadores, dobles cabinas, y toda clase de cosas de camionetas, o” - ahora el terapeuta sostenía dos dedos y volteando sonriendo sospechosamente hacia la Sra. Blake, quien estaba riéndose silenciosamente - “manejar treinta millas a través del tráfico hacia la ciudad solo para esperar tres horas por el privilegio de pagar trecientos dólares por unos lentes que nunca se pondrá?” {ser realista}.

El Sr. Blake estaba riéndose ahora, también. “Me declaro culpable de lo primero”

“Aha!” dijo el terapeuta. “Justo lo que sospeché!” Y luego se volteó hacia la Sra. Blake, quien estaba todavía riéndose en silencio acariciando la mano de su esposo. Se inclinó hacia adelante, llamando a la Sra. Blake que hiciera lo mismo, y mencionó con la voz graciosa. “Pam, dígame la verdad. Qué preferiría hacer: Ir a la joyería y probarse unos anillos de diamante, por dos u once horas, o darle a su cansado marido un masaje en el cuello? Qué preferiría hacer?”[hipérbola].

“Usted me conoce muy bien. Preferiría darle el masaje si realmente lo necesitara, pero...” Hizo una pausa vacilante.

“Qué preferiría hacer – para usted?” el terapeuta reviró.

“Bueno me gustaría mucho ir a la joyería y probarme unos diamantes. Preferiría hacer eso que – comer helado!” {posesión de sentimientos/preferencias}.

“Eso quiere decir, entonces, que odia a John? Quiero decir, si usted prefiere ir a la joyería que hacer algo que le interese a él – como ir al taller o comprar cosas de computadoras o darle un masaje?” preguntó el terapeuta.

“No.”

“Quiere decir que algunas cosas tienen mas prioridad para usted que para él?”

“Si, supongo”.

“Y es eso poco razonable? Es decir, usted es una bruja egoísta si prefiere a los diamantes que a las camionetas? O es usted una persona normal con preferencias propias?”

“No estoy segura,” Respondió la Sra. Blake. “Me siento culpable si quiero algo distinto a lo que el quiere. Siento que él piensa que soy una bruja egoísta.”

“Así que usted puede leer su mente de nuevo. Vamos a ahorrarnos eso por un minuto. Pam, usted realmente cree que todas las personas casadas deberían de querer igualmente las mismas cosas? Realmente cree que a usted deberían gustarle las camionetas?”

“No, creo que no. Cuando lo pienso, creo que está bien que a mi me gustan cosas que a él no.” Se animó a decir la Sra. Blake.

“Maravilloso. Regresemos a los lentes. Usted diría que el comprar esos lentes era una prioridad para usted? Que usted los quería y necesitaba, y que estaban justo aquí” - el terapeuta señaló su frente - “en su mente gran parte del tiempo?”

“Sí, definitivamente. Realmente los necesitaba. No era solamente por vanidad tampoco...”

El terapeuta sonrió, levantando su mano para silenciarla. “Estamos hablando de preferencias y sentimientos. Existen por su cuenta; no necesitan justificación”

La Sra. Blake asintió.

“Muy bien. Aquí hay una caja” El terapeuta dibujó una pequeña caja en el aire con sus manos. “Esta caja está marcada 'Lentes de Pam'. Aquí dentro vamos a poner los sentimientos y preferencias de Pam hacia sus lentes. Sus sentimientos de necesidad, su sentido de urgencia, su deseo de unos marcos mas ligeros y el tinte rosado, lo que sea. Ésta caja está llena con los sentimientos y deseos acerca de sus lentes. Correcto?” Los Blakes asintieron. “Ahora, Pam, tome esta caja. Le corresponde.” El terapeuta le dio la “caja” a la Sra. Blake. “Puede ponerla en su regazo”. La Sra. Blake cuidadosamente la colocó en su regazo. “Cuídela mucho. Es valiosa para usted. Tiene sus sentimientos dentro.” La Sra. Blake sonrió, y acarició la “caja” {compartimentalización}[cajas].

El terapeuta se dirigió ahora al Sr. Blake. “John, aquí está una caja”. Dibujó otra “caja” en el aire. “Ésta caja también etiquetada 'Lentes de Pam' – tal vez la etiqueta es color azul, y la otra es rosa. De cualquier manera, ésta caja será llenada con sus sentimientos hacia los lentes de Pam. Que usted quiere que los tenga, que usted odia el manejar, que son demasiado costosos. Ahora, tenga.” El terapeuta le pasó la caja. “Está pesada”, comentó el Sr. Blake. “Apuesto que si!” El terapeuta validó. {compartimentalización}[cajas].

“Ahora cada uno tiene su caja. Eso está bien con ustedes?” Preguntó el terapeuta [clarificación]. Los Blake asintieron.

“John, está usted cómodo con su caja – o preferiría la de ella?”

“La mía esta bien”, dijo el Sr. Blake.

“Le importa que ella tenga también tenga una que es diferente a la suya?” Preguntó el terapeuta.
“No, ella puede tener una propia. No me molesta,” respondió riendo.

“Grandioso. Genial. Me encanta esto! Pam, usted está cómoda con su pequeño paquete? Esta bien con usted?”

“Sí, me gusta. Es mío”, dijo la Sra. Blake.

“Él tiene una caja. Representa un problema para usted?”

“No. Él tiene la suya – Yo tengo la mía. Está bien. Pero él no puede tener la mía, “ agregó, con falsa severidad.

“Quiere usted la de él?”, preguntó el terapeuta.

“No. Me quedaré con la mía, gracias”, reviró la Sra. Blake.

“Una última pregunta, Pam. Si John cambia lo que está en su caja – la re-acomoda, le quita alguna cosa, agrega una o dos mas – eso afecta la de usted? Eso quiere decir que usted tenga que hacer algo con su caja, también? Cambiarla, de alguna manera?” [ser realista].

La Sra. Blake pensó por un momento. “No lo creo. Quiero decir, lo que está en mi caja es muy personal. Tal vez se vea afectada, pero no creo que suceda. Quiero decir, lo que siento es lo que siento. Mis sentimientos cambian, pero eso viene de aquí dentro” - apuntando a su cabeza - “no allá afuera. La respuesta para su pregunta es, no”.

Muy bien amigos. Lo que ustedes han dicho es que ambos tienen sentimientos, preferencias, prioridades. Son de ustedes. Tienen el derecho a ellos. Son personales. Está bien que sus sentimientos acerca del mismo tema difieran. En otras palabras, Pam puede tener una lista de sentimientos acerca de sus lentes. Mas aún, estos sentimientos se encuentran en una caja; son de un número limitado, manejables. No son de ninguna manera cósmicos, ilimitados, esparcidos en otras cincuenta cosas – son sólo sobre un solo objeto. Usted puede ponerlos en una caja. Pero son únicamente sobre los lentes. No son acerca de Pam o su valor, o ninguna otra cosa. Todos los demás temas tienen sus propias cajas. Están de acuerdo con esto? Sienten que va con ustedes? (clarificación).

Ambos Blakes estuvieron fuertemente de acuerdo, y gustaron del concepto. Después de algo de discusión, regresaron al tema original. “Digamos que hay luna llena, o un eclipse solar, o algún tipo de acontecimiento extraño y ustedes olvidan esto acerca de las cajas y los sentimientos. Simplemente desapareció. Y – vayamos con usted de nuevo, Pam – tiene algo que es muy importante para usted. Ayúdeme, qué podría ser?”

La Sra. Blake respondió inmediatamente: “Esta es una buena. Ir a la tienda china. Desesperadamente necesito nuevos platos antes que nos vayamos, y John piensa siempre en veinte millones de razones por las cuales no ir. Me siento herida con el hecho que él no pueda darse el tiempo; realmente quiero ir” {Comunicación Adulta Efectiva}.

“Eso es perfecto. Digamos que un día usted trae de regreso el tema, y él dice que no puede ir porque...qué?” El terapeuta volteó a ver al Sr. Blake.

Continúa el Sr. Blake, “Porque estoy muy cansado; el trabajo ha sido un infierno últimamente, y planeé tomar un día para relajarme y dedicarme a cosas mas placenteras.”

“Cómo se siente usted, Pam? Recuerde, usted ha olvidado todas loas cosas de las que hemos hablado hoy.”

“Me siento herida. Él no podría amarme mucho si no le importasen los platos. Estoy herida y enojada.” Dijo la Sra. Blake.

“Él dice que está cansado, pero usted puede leer su mente. Usted sabe lo que eso significa – él la odia y desea que muera!” (Ambos comienzan a reír) “No es correcto?” Los Blake asintieron, y la Sra. Blake dijo, “si”.

“Qué tal si tan solo usted verificara eso? Si, solo para estar absolutamente seguros que su aparato lector de mentes está funcionando perfectamente, usted le pregunta si eso es lo que quiso decir. Algo como, 'Tu dices que no quieres ir porque estas realmente cansado, pero creo que quieres decir que me odias y que deseas que estuviese muerta. Es eso lo que dices?' Podría hacer eso, Pam?” [ser realistas].

“Podría hacerlo. Me sentiría un poco tonta”, dijo.

“Pero lo piensa, no es así”, la Sra. Blake asintió. “Y usted actúa en base a esos sentimientos. Así que, por qué no verificarlos? Inténtelo.”

Los Blake finalizaron la actuación, en la cual Pam preguntaba a John si él la odiaba y deseaba que estuviese muerta. En medio de algo de comicidad, él fue capaz de clarificar sus sentimientos, y ella fue capaz de expresar mejor sus sentimientos de urgencia. John fue capaz de indicarle el momento que su agenda le permitiría ausentarse medio día del trabajo {establecimiento de límites}, y ellos acordaron hacer el viaje algún día de la siguiente semana.

Conclusión

La Sra. Blake era una sobreviviente de una familia abiertamente narcisista. En ésta sesión un número de problemas con su familia de origen brotaron a la superficie, haciendo que la comunicación adulta respetuosa fuese difícil. La experiencia con la familia de origen de la Sra. Blake, como se mencionó anteriormente, fue caracterizada por el incesto. Pero sus problemas y déficit de habilidad se encontraban dentro de los compartidos por muchos adultos niños de familias narcisistas.

Referencias

Introducción

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Capítulo 1

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1968); A. H. Maslow, Toward a Psychology of Being (New York: Van
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5. Terry Kellogg, Finding Balance: 12 PrioriUes for Interdependence and
Joyful Living (Deerfield Beach, FL: Health Communications, 1991), p.
192.

Capítulo 2

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4. Ouo Kernberg, Borderline Conditions and Pathological Narcissism
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6. Ibid.
7. Marion F. Soloman, Narcissism and Intimacy: Love and Marriage in an
Age of Confusion (New York: W. W. Norton, 1989).

Capítulo 3

1. American Psychiatric Association, Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders, 3ra edición revisada. (Washington, DC: American Psychiatric
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2. Sigmund Freud, "On Narcissism: An Introduction," en The Standard
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14, editado y traducido por James Strachey (1914; reimpresión, London:
Hogarth Press, 1953-1974).
3. American Psychiatric Association, op. cit.
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Chessick, Psychology of the Self and the Treatment of Narcissism
(Northvale, NJ: Jason Aronson, 1985); Ouo Kernberg, Borderline
Conditions and Pathological Narcissism (New York: Jason Aronson,
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5. Ovid, Metamorphoses, traducido por Frank Justin Miller (1916;
reimpresión, Cambridge, MA: Harvard University Press, 1936), p. 157.
6. Ibid., p. 149.
7. Chessick, op. cit., p. 5.
8. Havelock Ellis, "Auto-Erotism, a Psychological Study," St. Louis
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Berman, Narcissism and the Novel (New York: New York University
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13. Ibid.; Margaret S. Mahler, Fred Pine, and Anni Bergman, The Psychological
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14. MargardS. Mahler, On Human Symbiosis and the Vicissitudes ofIndividuation
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17. Hervey M. Cleckley,The Mask of Sanity (London: C. V. Mosby Co.,
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Capítulo 4

1. Alcoholics Anonymous, Alcoholics Anonymous (Cornwall, NY: Cornwall
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2. Scott M. Peck, The Road Less Traveled: A New Psychology of Love,
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Capítulo 5

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3. John Bradshaw, Healing the Shame That Binds You (Deerfield Beach,
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6. George R. Bach, The Intimate Enemy: How to Fight Fair in Love and
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Capítulo 6

1. Marion F. Soloman, Narcissism and Intimacy: Love and Marriage in an
Age of Confusion (New York: W. W. Norton, 1989).
2. Terry Kellogg, Finding Balance: 12 Priorities for Interdependence and
Joyful Living (Deerfield Beach, FL: Health Communications, 1991), p.
192.
3. Eric Berne, Games People Play (New York: Grove Press, 1964).

Capítulo 7

1. Ernest Tubb, "Tomorrow Never Comes," grabado por Elvis Presley en
el álbum I'm 10,000 Years Old bajo el sello RCA.
2. Carl Jung, "Archetypes of the Unconscious," como se referencía en el libro de Marion
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4. 20th Century-Fox Film Corporation, An Unmarried Woman, video
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Capítulo 8


1. Ovid, Metamorphoses, as referenced in Jeffrey Berman, Narcissism and
the Novel (New York: New York University Press, 1990), p. 7.
2. American Psychiatric Association, Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders, revised 3rd ed. (Washington, DC: American Psychiatric
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6. Hilde Bruche, Eating Disorders: Obesity, Anorexia Nervosa, and the
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7. American Psychiatric Association, op. cit., Courtois, op. Cit.

Capítulo 9


1. Eileen Gouge, Such Devoted Sisters (New York: Viking Press, 1992).
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por Edward Connery Lathem (New York: Rinehart & Winston,
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Apéndice A


1. Sigmund Freud, "On Narcissism: An Introduction," in The Standard
Edition of the Complete Psychological Works of Sigmund Freud, vol.
14, editado y traducido por James Strachey (1914; reprint, London:
Hogarth Press, 1953-1974), p. 75.
2. Ibid. ..
3. Ibid.
4. Ibid.
5. Ibid., p. 89.
6. Ibid.
7. Ibid.
8. Ibid., p. 91.
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12. Heinz Kohut, The Search for the Self, 2 vols., editado by Paul H. Ornstein
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13. Sigmund Freud, "Introductory Lectures on Psycho-AI1-alysis"
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14. Kohut, The Search for the Self; Heinz Kohut, How Does Psychoanalysis
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Press, '1961); Winnicott, op. cit.; D. W. Winnicott, Maturational
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16. Margaret S. Mahler, Fred Pine, and Anni Bergman, The Psychological
Birth of the Human Infant (New York: Basic Books, 1975).
17. Mahler, Pine, and Bergman, op. cit.
18. Freud, "On Narcissism: an Introduction."
19. Margaret S. Mahler, On Human Symbiosis and the Vicissitudes of Indivrduation
(New York: International Universities Press, 1968).
20. Mahler, Pine, and Bergman, op. cit.
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27. Kernberg, Borderline Conditions and Pathological Narcissism; Kernberg,
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30. Kernberg, Internal World and External Reality.
31. Richard D. Chessick, Psychology of the Self and the Treatment of Narcissism
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40. Sheldon Bach, "On Narcissistic State of Consciousness." International
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Bibliografía


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