¡Bienvenid@!

Tal vez usted es de aquellas personas que siendo niños -o aun de adulto- ha vivido en una familia de padres narcisistas [Ver más explicación]; o quizás es de aquellas personas que tiene o ha tenido en su vida (familia, trabajo, lugar de estudio, etc.) un encuentro o relación con un psicópata o un narcisista, un psicópata "compensado" o un sociópata violento [Ver más explicación]. Si usted intuye que es de alguna de aquellas personas, entonces ha llegado al lugar correcto.


Este blog le proveerá con información y links. Recolectaremos artículos que reflejan de mejor forma la historia y el estado del conocimiento de estos temas, así como material de investigación que esperamos sea útil en algunos asuntos que hasta ahora han permanecido en la oscuridad.


Este blog es la creación de un grupo de sobrevivientes, algunos de los cuales son profesionales en las áreas de la medicina, pero tenemos las intenciones de permanecer anónimos. No nos consideramos profesionales en psicología. Nuestra única intención es compartir nuestra investigación. Este blog no es acerca de nosotros, sino más bien, acerca de usted.


¿Es usted un sobreviviente de un encuentro o relación con un psicópata o narcisista? Está todavía esclavizado, comprometido en la lucha de vida o muerte?


Hay una salida.


Esperamos poder compartir con usted algunos de los secretos de escapar y sanar, de hacerse libres de esas características que hacen a los seres humanos normales víctimas ideales de personas con anomalías psicológicas que merodean nuestra sociedad; monstruos entre nosotros.


Una vez sabiendo lo que son, cuáles son sus debilidades y sus fortalezas, las técnicas que utilizan para paralizarle y drenarle de energía, una vez que sepa que no está loco/a y que sobre todo, no está solo/a, puede comenzar el proceso de vivir otra vez. ¡La mejor venganza es una vida buena y plenamente vivida!


Todo comienza con conocimiento; usted puede saber la Verdad, y la Verdad le hará libre.


http://psicopatia-narcisismo.blogspot.com/

NOTA IMPORTANTE: El equipo de este blog no necesariamente comparte ni promueve los puntos de vista y opiniones expresados en los artículos o comentarios publicados en este espacio. Nuestra única intención es compartir nuestra investigación y alentar a nuestros lectores a que también se informen acerca de los temas tratados, que lean sobre el tema en otras fuentes, y que busquen a un terapeuta si lo consideran necesario. Del mismo modo, nuestras opiniones no son más que eso, y rogamos no las tomen como un consejo profesional. Nada puede suplantarlo. Somos simples ciudadanos interesados en este tema, y no pretendemos tener todas las respuestas. Las estamos buscando, como muchos de ustedes. Para más información, los invitamos a leer Carta para nuestros lectores: próximos artículos


jueves, 2 de octubre de 2008

Los rasgos psicopáticos - Doctor Hugo Marietán

Estimados y estimadas lectores/as:

En esta oportunidad, no vamos a recomendarles un libro en inglés, porque hemos encontrado un artículo muy interesante en español que analiza al psicopatía desde un ángulo muy similar al de la "escuela norteamericana", por llamarla de algún modo. El doctor Marietán ha realizado un excelente trabajo. Los invitamos a visitar su blog, a leer el siguiente artículo y a dejarnos comentarios al respecto a fin de que podamos seguir analizando juntos este tema.

No sabríamos cómo hacer más hincapié en el problema acuciante que representa la falta de conocimientos acerca de los temas aquí tratados. Poseer este conocimiento no sólo podrá salvar nuestra vida sino también la de muchas otras personas. Estimamos que el mundo sería muy diferente si todos conociéramos estos temas y les atribuyéramos la importancia que se merecen. Muchos de ustedes ya lo han vivido en carne propia y sus comentarios son extremadamente alentadores. Porque vemos que sí es posible hacer una diferencia en la vida propia y luchar por nuestro destino. Vemos que sí es posible alejarse de personas dañinas y comenzar a utilizar todo el potencial que llevamos dentro para otorgárselo a quienes de verdad lo merecen, comenzando por uno mismo.

Como siempre, nos hemos permitido añadir comentarios (en rojo) cuando lo considerábamos necesario). Sin más preludios, veamos qué dice este artículo:

...siga leyendo, haciendo click en el título...


Descriptor de rasgos psicopáticos
Dr. Hugo Marietán

Introducción:

Este artículo y los dos siguientes, del Dr. Mata y del Profesor Mazzuca, abordan distintos enfoques teóricos del tema personalidades psicopáticas. Son resúmenes de lo expuesto en el Simposio Regional de la WPA, organizado por la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP), en octubre de 1999.

El concepto personalidades psicopáticas es un tema abierto que aún no ha sido suficientemente trabajado, y, en consecuencia, decimos que si la incógnita persiste están abiertas todas las hipótesis. Por eso la amplitud teórica de esta mesa. Cada uno va a hablar desde el marco conceptual en que se maneja habitualmente.

Por mi parte lo desarrollaré desde la clínica, haciendo mención al descriptor de rasgos psicopáticos en el que he reagrupado los rasgos en función de tres categorías: satisfacción de necesidades distintas, cosificación de las otras personas y acto psicopático grave. Estos temas los he presentado en un número anterior de la revista Alcmeon (número 27, noviembre de 1998) al que remito como complemento de lo expuesto aquí (puede ser consultado por Internet en www.alcmeon.com.ar o www.marietan.com.ar). He agregado algunos conceptos sobre el complementario del psicópata, que no han sido expuestos en el Simposio.

El concepto de normalidad

Vamos a tomar directamente el concepto de Schneider de normalidad basado en el criterio estadístico. Según este autor, el parámetro más fidedigno para evaluar los patrones conductuales de una población está, no en un patrón ideal, que sería un criterio normativo, sino en un criterio estadístico, es decir, como es el patrón conductual que predomina en una comunidad. Existen individuos que responden al patrón general, que constituyen la parte masiva, y luego existen personalidades que tienen tipos de conductas distintas y son considerados, sólo en este sentido, anormales.


Use este Descriptor si cree que convive o conoce a un psicópata y envíemelo completo a consultashm@gmail.com. No olvide de colocar su nombre, lugar de origen, email y edad. Hágalo lo más detallado posible

Schneider rechaza, cuando conceptualiza las personalidades psicopáticas, el tema de la enfermedad. Según él, estas personas no son enfermas, sino que son anormales en el sentido estadístico del término. Son aquellas que se destacan, por su forma conductual, del resto de las personas. Nosotros vamos a enfocarlo desde ese punto de vista.

En los extremos de la curva estadística de Gauss, decía Schneider, pueden ubicarse personas que conductualmente son distintas del grueso de la población. Están los que son socialmente aceptados y se destacan por algunas características (genios, artistas, etcétera) y no son desde el punto de vista social "negativos". Y otros que sí lo son, aquellos marginados o los llamados asociales.

Para dar mayor precisión al concepto de psicopatía y no considerar a todos los anormales como psicópatas, él tiene aquella famosa frase que delimita: 'son aquellos anormales que sufren o hacen sufrir por su anomalía'.

La psicopatía no es algo que se adquiere en el sentido de un trastorno que aparece en una etapa del desarrollo de la persona, sino que es algo que está desde siempre, es una manera distinta de ser en el mundo.

Por ejemplo, el psicópata depresivo es aquella persona melancoloide, que tiene un rango de humor debajo del rango de humor normal y que comparte con los melancólicos algunos rasgos pero más suavizados (la falta del sentido del placer, el sentido de proyección pesimista del futuro, cierto rasgo de falta de alegría, etcétera).



Poder diferenciar lo que es una psicopatía de tipo depresiva de una fase depresiva, o sea, de la enfermedad depresiva, es importante por el siguiente motivo: el psicópata es una manera de ser, es siempre así, en cambio una persona que tiene una fase depresiva, pasada la fase (seis u ocho meses después) vuelve al rango de humor normal.

El psicópata también puede tener una fase depresiva. En la fase tiene todas las características semiológicas de un cuadro depresivo común. Es importante poder diferenciar un psicópata depresivo de una persona no psicópata con un episodio depresivo por lo siguiente: el terapeuta tiende a llevar al depresivo al rango de humor normal.



En la psicopatía, nos llega el paciente en la fase depresiva, no conocemos la historia previa ni tenemos referencia de sus rasgos psicopáticos. Para nosotros es un depresivo más y nuestro intento va a ser siempre, como parámetro de curación, llevarlo al rango de humor normal, cosa que nunca va a ocurrir, porque para el psicópata depresivo su rango de normalidad sigue siendo melancoloide, es decir, al salir de la fase vuelve a su sistema anterior de rango de humor, o sea, sigue siendo melancoloide. Ese es uno de los elementos de utilidad en el concepto de psicopatía.


Descriptor de psicopatía (Hugo Marietán, 1998, Derechos Internacionales Reservados)

A los rasgos psicopáticos los reunimos en tres grupos, A) Los derivados de satisfacer necesidades distintas al común, B) Los derivados de la cosificación de las personas y C) los actos psicopáticos graves. Los rasgos del grupo A y B deben ser investigados a través de la biografía y evaluados. Hay presunción de psicopatía si presentan rasgos correspondientes a los subgrupo A1, A2, A3, A4 y al grupo B. Lógicamente, la presencia de un hecho del punto C señala al psicópata por sí solo.

Concepto: La personalidad psicopática se da en individuos que deben satisfacer necesidades especiales y para ello hacen un uso particular de su libertad, valiéndose de códigos propios y utilizando a las otras personas como cosas.

[Aquí el autor comparte un cuadro explicativo sobre el tema. No hemos conseguido copiarlo en nuestro blog con el formato adecuado, por lo que los invitamos a dirigirse directamente a la página original. Disculpen las molestias.]

Necesidades distintas

Vamos a tipificar a los psicópatas como individuos que, por razones que desconocemos, tienen necesidades especiales, distintas, que los motivan a conductas distintas para satisfacer esas necesidades. Tienen un uso particular de la libertad, tienen códigos propios y utilizan a las otras personas como cosas.

Vemos que los psicópatas se manejan, en ciertas circunstancias, de una manera conductualmente distinta al grueso de la población y da la impresión de que los impedimentos normativos, que son comunes al resto y que son inhibitorios, para estas personas son simples obstáculos a sortear.

La psiquiatría clásica dice que el psicópata conoce las reglas sociales y a pesar de ello las transgrede. Aquí lo que ocurre, desde mi punto de vista, es que el psicópata se maneja por sus propios códigos, su ley interior. Esto de manejarse por sus propias creencias y cierto desprecio por la normativa general va a hacer que el concepto de deber, en el sentido comunitario del término, sea distinto al de una persona común. Estos códigos propios van a hacer que él tenga una conducta hacia la comunidad y tenga un conducta hacia sí mismo. El psicópata se siente responsable y culpable en tanto y en cuanto respete o no sus propios códigos y no tiene en mayor cuenta los códigos de la comunidad.

Muchas veces observamos que los psicópatas parecen buscar los riesgos o someterse a situaciones de riesgo muy importantes que la gente común no asumiría.

Todo este grupo de rasgos tienen como patrón común la satisfacción de necesidades distintas a las ordinarias.

Cosificación

Hay otro rasgo que llama la atención y es muy clarificador para entender la conducta del psicópata, que es la cosificación de las personas. ¿Qué es cosificar a una persona? Es quitarle el rango de igual, es quitarle a la persona la valoración de persona en sí. Si se tiene frente a sí a otra persona, se practica lo que se llama la empatía, es decir, colocarse en el lugar del otro y ejercer lo que se llama comprensión, es decir, si se está en lugar de esa persona se puede obrar y sentir cosas semejantes. Ahora, si se le quita esa cualidad de persona a la otra, se la convierte en una cosa, una cosa es manejable, es manipulable, se puede hacer con ella lo que se quiera. No se puede matar a una persona, para matar uno debe cosificar al otro, es decir, hacer el paso psicológico de descalificarlo como persona y ubicarlo como cosa y ahí sí, se lo puede destruir. Y de esa forma también, como cosa, se lo puede manipular a satisfacción, es una herramienta que se puede utilizar para el propio beneficio.

Seducción

La seducción, que es inducir a través de la captación de las necesidades del otro, es muy particular y llamativo en el concepto de estas personalidades. Tienen facilidad o habilidad para captar las necesidades del otro, y ahí accionar. Este tipo de captación pertenece a patrones irracionales. Muchas veces, en el consultorio, los complementarios, es decir, aquellas personas que conviven con psicópatas, dicen "al final, no sé por qué, terminé haciendo una cosa que yo no quería hacer".

La mentira

La mentira es otro elemento. El psicópata es mentiroso, utiliza la mentira como una herramienta más. Y la podemos tipificar como mentira psicopática, porque es una forma de mentir especial, relajada, convincente, totalmente adaptada a la circunstancia y con la única finalidad de conseguir un objetivo. Él puede mentir a través de lo verbal y a través de lo corporal, es decir, puede actuar. Puede hacer toda una escenificación y mantenerla el tiempo que sea necesario hasta conseguir su objetivo.

La manipulación se ejerce desde el punto de vista del psicópata sobre un objeto y desde el punto de vista del complementario desde otra persona. En la manipulación hay siempre un cierto acuerdo entre el manipulado y el manipulador. Hay en el manipulado algún tipo de ganancia en la acción que se va a realizar, aporta un pequeño sí a la acción, como es en los casos de estafa. Es completamente distinto de la coerción. En la coerción existe la presión y la falta de opción de la otra persona.

Acto psicopático grave

Cuando estamos frente a un acto psicopático grave el hecho es tan brutal y tan tremendo que ya no es necesario ningún tipo de sutileza para tipificar al psicópata. Los últimos hechos de violencia asociales que hemos vivido nos eximen de hablar de estos hechos.

El complementario y su psicópata

Este tema no fue desarrollado en la mesa del Simposio, y continúa algunos conceptos esbozados en el artículo anterior: "¿No será este uso particular de la libertad lo que hace seductor al psicópata cuando apela a las libertades reprimidas del otro? Tal vez el psicópata busque detrás de las máscaras, de la imagen, de la 'persona', al 'animalito' deseoso y encerrado que todos llevamos dentro y lo anime a participar en un juego ambivalente de satisfacciones y angustias" (Alcmeon 27). Estas reflexiones son fruto de la experiencia de las consultas de personas que conviven, generalmente parejas, con psicópatas no asociales, es decir, no el sociópata, sino lo que podríamos denominar 'el psicópata cotidiano', aquel que tienen sus 'particularidades' en sus relaciones laborales o sociales, pero sin demasiadas estridencias, y manifiesta sus rasgos más negativos en la relación íntima. Las parejas complementarias son golpeadas, estafadas, frustradas, violentadas física o psíquicamente, y sin embargo continúan con el vínculo. Ningún sistema persiste si no cubre una necesidad. La pregunta es: ¿qué obtienen los complementarios del psicópata?

El complementario nos trae algo engañoso: la factura, el efecto secundario del goce. El goce que proporciona el psicópata es secreto, aún para la lógica del complementario. Así que mal nos puede transmitir a nosotros, terapeutas, lo que no puede decodificar lógicamente, es decir, al hablar, al armar el discurso.

Así es que nos anoticiamos de una parte de la cosa. La otra, la inefable, se da en el circuito íntimo del psicópata-complementario (P-C) y pienso que se refiere a satisfacer necesidades. El psicópata cumple la función de dar algo al complementario, algo que el complementario necesita y que 'vale el precio que paga por obtenerlo', valen las humillaciones, las descalificaciones, los golpes, el sufrir. El complementario paga el precio y vuelve por más, pero no más sufrimiento (que es secundario), sino por más goce.

¿En qué consiste el goce que da el psicópata? Me es totalmente desconocido para transmitirlo aquí. Y el complementario lo siente, pero tampoco lo puede transmitir. Pertenece a lo irracional, a nuestra animalidad.

Nosotros nos aventuraríamos a formular la siguiente hipótesis: es muy probable que el psicópata se las arregle para decir o hacer exactamente lo que la víctima necesita en ese mismo instante para no arrojar la relación por la borda. Y muy probable también es que el "complementario", como lo llama el Dr. Marietán, sea una persona muy herida a nivel emocional. Cuando durante la infancia se crean vacíos y heridas emocionales, el niño trata de compensar el sufrimiento mediante lo que comúnmente se conoce como la disociación. En pocas palabras, el dolor es tan grande que la persona decide creer que éste no existe y lo oculta con una falsa felicidad o tranquilidad. Y debido a que este proceso es inconsciente y no cura el problema de raíz, la carencia afectiva siempre quedará latente. Es así como, una vez adultas, muchas personas actúan de cierta manera de acuerdo con lo que sienten que la sociedad espera de ellas si desean ser amadas. Del mismo modo, poseen una voz interna (que algunos expertos denominan introyecto) que los critica, les dice que no son dignos de amor ni aprecio, etc. Por consiguiente, creerán que merecen sufrir. Y una relación o amistad con un psicópata reforzará esta creencia. Se puede decir entonces que sienten una suerte de satisfacción 'masoquista' al ver que su vida confirma el modo negativo en que ellos se ven a sí mismos. Como verán, se requiere de mucha comprensión de la psicología de cada uno para aprender a valorarse y a respetarse a fin de permitir que un depredador nos impida salir de ese círculo vicioso. Seguiremos compartiendo información acerca de estos temas, y esperamos también agradecidos sus comentarios.


Así que el animalito nos muestra el chichón, pero no el goce, el goce que hace que el complementario (C) vuelva a encontrarse con el psicópata (P) sabiendo que termina con un chichón.

Los complementarios suelen decir: "Con él estoy mal, sin él, peor". Entre mal y peor está el goce, la parte que da P a C.

Algunos sobredimensionan las palabras, lo que P les dice. Sin embargo, pienso que no es importante. Lo importante es el contacto, es la relación P-C. Lo que despierta P en C. Esto se puede lograr con cualquier medio, la palabra, la mirada, un gesto o un hecho que implique que P está en relación con C.

Hay un click que se acciona de distintas maneras entre P y C. El psicópata impele a la acción. Y C hace. P no es, tampoco, un estratega, un diseñador de conductas de C, tampoco él es consciente de lo que da. Puede, con la experiencia, conocer algo de lo que debe hacer para que C haga.

Decía un colega que la mejor definición que había escuchado sobre un psicópata era que el psicópata es el auténtico 'hijo de puta'. Esa conclusión sacan los que se quedaron con la parte negativa del circuito P-C, con los efectos secundarios. El psicópata (no tratamos aquí el caso del sociópata) no es un 'hijo de puta' en sí (pueden tener, como cualquiera, actos que lo hagan merecedor de ese calificativo), es un dador, un suplidor de necesidades muy profundas de C. C lo necesita a P, lo goza y después lo putea. Y C a los demás les comenta lo último. De ahí la errónea conclusión.

En la pareja el psicópata da la seguridad de la inseguridad. Cuando uno busca algo y alcanza algo se satisface. Y pasa a buscar otra cosa. Como a P nunca se lo tiene, se gasta energía tratando de conseguirlo, de poseerlo. Por eso, aunque sufra, C va por más. Es casi imposible separarse de un psicópata.

La esposa de un psicópata dice "preferiría que estuviera muerto, y así empezar con otra cosa; mientras esté vivo es un desafío poder conquistarlo".

Todo esto queda mejor explicado si la hipótesis que formulamos anteriormente es válida. El psicópata da algo para recibir a cambio el sufrimiento ajeno que tanta satistacción le genera. La víctima, en cambio, da para recibir el amor que nunca tuvo o sintió recibir. Pero nunca lo obtendrá por más que luche, porque el psicópata simplemente es incapaz de brindárselo.


C espera tenerlo para después sacárselo de encima, pero como nunca lo tiene siempre queda insatisfecho.

Estimamos que esto último no siempre se da. A veces, C tan sólo desea que el psicópata se convierta en ese ser amado tan anhelado, que, según la psicología junguiana, por ejemplo, no es más que la sombra, o todo lo que reprimimos dentro de nosotros y que tiene el potencial de desarrollarse, pero lo ignoramos. Por consiguiente, lo buscamos en los demás. Otras veces, puede que C tenga ciertas heridas que le impidan tener una relación sana de por sí, ya que en el pasado sufrió mucho al dar amor. Entonces, una relación insegura puede propocionarle una defensa. En el fondo no querrá "sacárselo de encima", sino que tendrá miedo de comprometerse y sufrir. Pero por lo general, el primer caso es más fecuente.

C quiere tener una relación con el psicópata en la que P considere a C una persona, pero éste la considera una cosa. C no es feliz, porque nunca alcanza la satisfacción que está buscando. C se quiere separar de P, pero no lo puede lograr. P la considera un objeto de su necesidad y a su disposición.

Ser el objeto preferido de P tampoco alcanza, C quiere ser más que un objeto; la autoestima de C se va debilitando. Llega un momento en que C se siente una porquería descartable y se ubica en la categoría que tiene en la relación P-C objeto.

Y así permanece dentro del círculo vicioso que le impone su introyecto, tal como lo mencionamos más arriba.

El placer de C está en ese reto, en modificar esa rotación, el placer está en la búsqueda de P, en el camino, no en el fin. Es la lucha interminable por tener al otro, la imposibilidad como placer, la ilusión de revertir la imposibilidad, el desafío de conseguir el deseo.

C busca del otro el poseer su ser, su esencia completa. C se siente completamente entregado al psicópata y quiere que P se entregue totalmente, lo que es imposible.

Con el psicópata siempre está el imprevisto. Con una pareja normal, C sabe que sólo puede esperar años de lo mismo y las vicisitudes están en las circunstancias exteriores, pero no en la pareja. Una pareja normal es previsible. Con P están los goces intensos y las angustias intensas. Si P se va, le saca el sentido a la vida de C, que es conseguir a P. La lucha de C es mantenerlo siempre consigo, ya que está el peligro latente de que P se vaya.

Estas personas complementarias se acostumbran a estas angustias - goce y no pueden relacionarse con "normales" que les resultan insulsos, aburridos, por eso cuando un C deja a P es porque posiblemente esté en manos de otro P.

Me han preguntado en muchas oportunidades si los complementarios no son a su vez psicópatas. Tiendo a dar una respuesta negativa a esta pregunta. En las oportunidades que tuve de observar la formación de pareja entre psicópatas terminaron rápida y explosivamente. Dos narcisistas no son buena junta, necesitan ser mirados, atendidos, y para ello, uno de los dos tiene que sacar sus ojos de su precioso ombligo, y ninguno lo hace. Los psicópatas tienden a asociarse persiguiendo un fin común. Por eso creo que el neurótico tiene más chance de ser complementario del psicópata que otro psicópata.

Otra pregunta frecuente es si el complementario está "enamorado" del psicópata. Creo que C tiene anclajes fuertes con P, incompresibles para nosotros, pero no creo que sea amor. En el amor está la ternura y la dulce angustia, emociones que no he visto en C.

Aquí podemos discrepar levemente con el autor y expresar que sí hemos visto casos de enamoramiento. Es cierto que no es un amor sano, porque está basado en heridas profundas y una carencia de amor que intentan colmar. Tal vez el término correcto sería el apego emocional. C lo siente así, mientras que P nunca se sentirá vinculado emocionalmente a C, simplemente porque carece de emociones.

Después del Congreso le pregunté al profesor Mazzuca, quien sustenta desde el psicoanálisis que el psicópata es el instrumento del goce del Otro, en qué consistía el goce del psicópata. Contestó que "es justamente el goce de servir de instrumento, es decir, paradójicamente más bien un goce masoquista. Eso afirma Lacan la de los perversos. La extensión a los psicópatas es una propuesta mía. En el caso del perverso la cuestión se resuelve aplicando la distinción lacaniana entre el otro y el Otro. Es muy interesante, por ejemplo, el caso del sádico: busca angustiar a su pareja (otro con minúscula, semejante) para goce del Otro. Su propio goce es servir de instrumento del goce del Otro. Así se ve que aun en el sádico el goce de fondo es masoquista. De este modo en esa etapa de la enseñanza de Lacan el paradigma de la perversión pasa a ser el masoquismo".

Nuevamente tendemos a disentir, ya que según nuestros lectores habrán podido leer en los artículos de este blog, muchos otros expertos han demostrados que el psicópata USA a los demás. Apenas siente que tiene que dar sin recibir nada a cambio, se aleja o aumenta el grado de manipulación. Su sentimiento de superioridad no le permitiría sentirse un "instrumento", a menos que fingir serlo le aporte beneficios.

La pregunta, como todo este tema, queda abierta.

Nota al pie:

1 Conferencia presentada en el Simposio Regional de la WPA organizada por la AAP el 22 de octubre de 1999. Mesa Redonda: "Personalidades psicopáticas: tres enfoques"

28 comentarios:

Anónimo dijo...

Mis saludos cordiales a los creadores de este blog.
Antes de nada, me gustaría explicar mi condición para poder expresarme con más claridad. Actualmente curso 2º de Bachillerato, y estoy haciendo un trabajo acerca de la psicopatía.

Este Blog está siendo un sinfín de información que agradezco, pero, me gustaría (si fuera posible) hacer una entrevista vía e-mail a algún redactor de este blog, a fin de solucionar algunas cuestiones que me han surgido así como incluir esta entrevista como parte práctica del trabajo.

Gracias de antemano.

Si el redactor/es de este blog están dispuestos a concederme 10 minutos de su tiempo libre para responder a un número limitado de preguntas sencillas, ruego que me lo notifiquen en un e-mail dirgido a esta dirección:
Eric.eg/arroba/hotmail.es*

/arroba/= @ ->Medida de prevención para evitar el spam masivo.

Disculpen las molestias y gracias.

Anónimo dijo...

He sido complementaria en tres casos. Gracias por dar nombre a mis vivencias, este es el primer paso para superarlas realmente. Sí: el goce tiene que ver con la animalidad, y también con la "adicción al juego", al azar, al riesgo que, como homínidos cazadores, tenemos: aún cuando sean previsibles para un observador externo, para el complementario el desarrollo de los acontecimientos es siempre imprevisible, y de ahí el vínculo. Por una parte, nunca se sabe qué ocurrirá; por otra, lo que ocurre afecta intensamente.

Una vez pasado todo, se puede percibir el "valor de oportunidad" del tiempo perdido, todo lo que podía haber amado con amor real y que no he amado...

Anónimo dijo...

La transparencia personal del complementario puede ser un factor importante en vincular a ambos. Como decía Lawrence Durrell en el primer volumen del "cuarteto de Alejandría", "la inocencia nunca es vulgar, y, cuando va unida a la generosidad de corazón, la combinación da como resultado una extraordinaria vulnerabilidad".
El complementario se muestra trasparente y se "ofrece", el psicópata radiografía e idea un plan de acción, el complementario juega con alguien opaco, lo que despierta en él un profundo desconcierto y un impulso investigador: el complementario es un ciego guiado por un psicópata, simplemente.Sus respectivas voces serían:
- Vaya, aquí hay carnaza.
- Pero... ¿quién es? ¿A qué juega? No entiendo, no entiendo... no hace falta que me insulte así o asá, ya sé yo sola que no sé nada...estoy perdida.

Anónimo dijo...

Sí, pero la transparencia del complementario tiene que ir unida a una indefinición de su ego para que el trabajo del depredador cree adicción: el complementario no se conforma consigo tal como le ven los normales, se busca, y la opaca mirada del psicópata le devuelve una imagen de sí polimorfa, enrevesada, contradictoria, perversa... tal vez sea esta imagen la que le fascina: "oh, mi peculiaridad; soy capaz de originar palabras deliciosas en sus labios, y también procaces insultos", diría el complementario.

Anónimo dijo...

¿ES MI HIJO UN PSICÓPATA?
Viernes, 15 de junio de 2007

Nacho vuelve cariñoso de hablar con Esther. Come y se va y vuelve a las 8:45. Habíamos quedado en que iba a estudiar todos los días a las 9, pero dice que sólo vuelve a coger algo de abrigo y a cenar, y que se vuelve a ir. No consigo convencerle, pero no me enfado. Se va sin estudiar y sin recoger la cocina. Dice que va a volver pronto.

Le llamo a las 11, y dice que volverá a las 11:30. Le llamo a las 12, y dice que volverá a la 1. Vuelve a las 2 con muy mala cara, habiendo bebido y fumado.


Sábado, 16 de junio de 2007


Nacho tiene el lunes el examen de conducir, y tiene que despertarse a las 5:30 de la mañana. Para no cambiar mucho el ritmo de sueño, me dijo que le despertara a las 9. Le despierto a las 11, pero me dice que a las 12. A las 11:30 le digo que ha llamado la abuela, y le regala la Play, que puede aprovechar e ir a comprarla. Pero sigue durmiendo. A las 12 le voy a despertar, subo la persiana, la baja y así varias veces hasta que la rompe de un tirón. Se levanta a las 3.

Ha dicho que hoy estudiaría después de comer.
Dice que más tarde. Le llaman sus amigos y se va. Promete que mañana se levantará a las 9 y estudiará dos temas. No lo hace.

Resto de junio

Este mes hemos estado sin dinero (por hacienda y el seguro) y he hecho ahorros con la comida, lo cual creo que ha perjudicado a Nacho, que ha comido peor. Además, ha tenido una bronquitis, que le pone de un humor de perros, y por tanto hemos discutido mucho más.
Mi presión para que estudiara ha sido un fracaso total. No he conseguido que se siente más que dos o tres días, después de batallas campales.

Jueves, 5 de julio de 2007

Le he echado de casa. Tiene razón Esther: no asume como suyo el proyecto de vida que debería serlo (sus estudios, su futuro…). Ayer Nacho me dijo, además de que es verdad que consume cocaina a veces, que estaba dejando la droga por mí. Como me debió de notar la cara de disgusto, corrigió y dijo que gracias a mí. Pero es como si someterse a este proceso de dejar la droga no fuera tampoco algo suyo. Yo estoy tan aturdida que apenas acierto a pensar.

Lleva muchos días, desde que tiene el carné, muy irritable y agresivo, adelgazando notablemente. Creo que está combatiendo la inseguridad de los primeros días de conducción con una actividad frenética o…. No tiene apetito. No para: llega de sus estudios y se vuelve a ir con sus "amigos", y el fin de semana toda la noche fuera y todo el día durmiendo.

Hoy por la mañana ha estado tranquilo. Cuando ha vuelto por la tarde ha llegado bien y me ha contado las incidencias con el coche. Le he preguntado que qué le había dicho Laura por llegar tarde, sin enfadarme. Entonces se ha puesto agresivo, se ha levantado, ha cogido la Play Station nueva, que habían traído hoy, me ha insultado (gilipollas, que soy como una pesadilla) y se ha subido.
Yo me iba a quedar tranquila abajo, como hago casi siempre de un tiempo a esta parte. Pero hoy he estado leyendo acerca del vacío de sentido con que viven la vida los que consumen alguna droga y he pensado que no puedo ser una colchoneta hasta el punto de tolerar que me trate mal todo el tiempo. Así que he subido a enfadarme.

En el enfado ha empezado a meterse conmigo, con cómo soy, etc. Yo le he dicho que él es drogadicto, y que provoca estas situaciones. Después me ha dicho que sí, que trafica con droga. Esto me ha sacado de quicio. He hecho ademán de escupirle con desprecio. Me ha pegado con rabia y he gritado. Después le he bajado la maleta y no le he dicho nada. El se la ha hecho, se ha metido dentro las llaves y se ha ido. Su última frase ha sido: "no te preocupes, tengo amigos".

Creo que está demasiado metido, y va a tener que tocar fondo para querer dejar las drogas, y si yo estoy haciéndole de almohadón nunca va a tocar fondo. Hoy me he enterado también de que ha suspendido el curso de sonido.

Todas las personas con las que he hablado me dicen que va a volver pronto. Ahora ¿qué hago? Había pensado ponerle como condición que me alquile a mí el coche y no lo use él hasta que no deje las drogas, que no es sólo que se pueda matar, es que puede matar a alguien. Entonces yo le guardaría este dinero del alquiler en una cuenta que no podría usar hasta que dejara las drogas. No sé si aceptaría, pero si vuelve a casa no está en condiciones de negociar.
También he pensado que hiciera uno de esos programas de desintoxicación que anuncian por Internet.
También decirle que se replantee su vida, que piense qué quiere hacer, que le apoyo en lo que quiera.
Me dan ganas de mudarme y vender ya la casa.
Respecto a mí: no sé si he metido la pata o no. Lo del tráfico de drogas me parece intolerable, y prefiero darle más dinero aunque se drogue a que trafique. Me encantaría, pero me es imposible "disfrutar de mi vida": la droga afecta al ritmo de comidas (tengo que darle de cenar cada día a una hora, los fines de semana ni se sabe), a la nevera (unos días atracones, otros no quiere comer), a mi disponibilidad (no puedo irme de casa porque no me fío, mete amigos), a mi estado de ánimo (un rato está muy agresivo, de pronto está colocado y está suave), a mi ritmo de sueño (si le da por ver la tele de madrugada y está tranquilo, aprovecho la ocasión para estar con él). Es como vivir con un extraño al que sin embargo te unen vínculos muy fuertes. Me siento como luchando con el minotauro. No creo que pueda ganar esta batalla o hacerlo bien.
Por otra parte, estoy contenta con que le quede clarísima mi postura frente a que trafique con drogas. Que se haga daño él, mal, pero que no haga daño a terceros.


Creo que tiene un "alien" dentro y que no hay quien le conozca. Eso sí: él quería el coche, el coche, y ahora que lo tiene es como si algo hubiera estallado, como si él se sintiera que ha subido de categoría y ya no tiene que mantener su imagen encantadora sino que puede mostrarse autosuficiente. O tal vez es que todo el estrés de conducir se ha traducido en este desastre.

Yo le quiero muchísimo, pero no voy a soportar que haga daño a otras personas traficando droga o conduciendo temerariamente. Sé, porque lo he leído entre líneas de la actitud de Esther, que esto es una carrera de fondo, y a mí no se me dan bien las carreras de fondo, soy impaciente y muy ejecutiva y no sé si aguantaré.

Creo que, para poder vivir mi vida, tengo que crear una barrera de separación por la que lo que me haga Nacho no me afecte personalmente. Pero ¡menudo trago! Es lo peor que me ha pasado en la vida, y eso que me han pasado un montón de cosas malas. Además va a ser largo, muy largo. Y el final, incierto: el éxito ni siquiera está en mi mano.

Cosas que lo van a hacer difícil:

- Nacho está orientado desde muy pequeño a la obtención de satisfacción física (de pequeño es lógico, pero con los años debía haber ido abandonándola).
- Antecedentes familiares, por parte de su madre biológica, de adicciones (su abuelo se pasaba el día yendo a la farmacia cuando todavía nadie se drogaba, cuenta su abuela).
- Carencia casi total de aficiones (bueno, le gusta el hip-hop y el flamenco).
- Fracasos constantes en estudios, deportes, amistades, novias…
- Vinculación de palabra con las personas que le rodeamos: palabras bonitas, pero ninguna acción. Historia familiar nefasta.
- En una familia llena de tensiones, ha sido el niño-juguete, niño-payaso, el que distendía el ambiente, al que no se tomaba en serio. Puede que esto le condicione ahora en querer ser un "malote".
- Nula capacidad de esfuerzo. Tardé dos años en conseguir que colgara el abrigo en una percha, nunca ha estudiado solo, cualquier trabajo le ha costado siempre muchísimo.
- Nunca hace lo que promete.

Pero yo quiero tener esperanza, e imagino que todo me parece tan difícil porque es mi niño.

Ahora va por la vida como ciego, sin fijarse en nada, ni en objetos, ni en novedades, ni en lo que nos pasa a los que le rodeamos. No me ha dado una vuelta en el coche. No hace nada en la casa. Nunca ha salido conmigo a la calle a nada en el tiempo que llevamos juntos. No siente interés más que por él mismo y por sus cosas. Lo único ajeno a él que le interesa es la tele.

Prácticamente nunca cede a una exhortación, a algo que se le pida para complacer a otra persona.

He cometido un tremendo error: en su momento, se quedó sin el dinero de la herencia para drogas, pero ahora qué.

Jueves por la tarde:

Llama por teléfono llorando, diciendo que quiere volver a casa. Vuelve y le veo entrar, con su música, cigarrillo y aire tranquilo. Me pide perdón, y yo se lo pido también por lo que a mí se refiere (haberle dicho drogadicto). Viene la señora de la inmobiliaria y él se queda. Parece conforme con irse de Algete y me promete acompañarme a ver casas en El Coto. Después, ya solos, le digo que el tema de las drogas va a quedar sólo para Esther y para él y que yo no voy a intervenir. Le pido que piense un par de cosas que puede hacer para mejorar la convivencia y me dice que mañana lo pensará después de hablar con Esther.
Esta noche no sale. Dice que no trafica, que sólo lo había dicho para que me enfadara más. Juega con la Play,


Viernes, 6 de julio de 2007

No estoy hasta por la tarde, he ido y vuelto a Murcia. Él tenía que ir a ver a Esther. Llama por la mañana y está muy agobiado porque ha rayado el coche. Le digo que mejor esperar un poco, que si no vamos a estar llevando y trayendo el coche del taller un montón de veces. Por la tarde hablo otra vez y me dice que quiere ir esta noche a una fiesta en la casa abandonada que organiza Sandra. Le digo que le llamo en diez minutos, que Bea tiene el coche estropeado y tal vez debería ir a buscarnos. Le vuelvo a llamar y la digo que no hace falta, pero que no me parece adecuado que hoy salga cuando mañana va a tener una super-fiesta, de toda la noche y más fuera. Entonces se pone como una fiera. Me dice, interrumpiéndome, no dejándome hablar, gritando:
- Que quiere ir porque ya sé yo que le gusta quedar bien.
- Que está harto del tema de las drogas, y que ha sacado cero y cero en el control de cannabis y cocaina. Que como Esther es un poco como yo, se agobia, pero que podría haber dicho que no vuelva más.
- Que le agobio con el sueño, con todo. Que como vivimos solos él y yo, estoy encima todo el tiempo.
- Que el propósito que se ha hecho (sólo uno) es no insultarme.
- Que se va a poner a trabajar y se va a ir a un piso compartido.
- Que si se fue de casa ayer… (le recuerdo que yo fui la que le bajó la maleta).
- Que se enfadó e hizo todo lo que hizo porque yo me pasé muchísimo (yo le digo que ayer no opinaba lo mismo).
- Le recuerdo que tiene que leerse el monólogo y me dice que bueno, que irá a que le vean su cara bonita.
- Dice que en realidad no tiene interés en las fiestas, que él por él se pondría a buscar trabajo hoy mismo.
Todo esto con muchos gritos y no queriendo escucharme.
Al llegar a casa está muy suave. Le pregunto si sigue estando de acuerdo con lo que me ha dicho y me contesta que es cosa del destino el que me lo haya dicho.
Le cuento que ya no puede ir a Corazza porque no hay plazas. Dice que ya que se había leído el monólogo, pero que como para decírmelo a mí. Parece un poco decepcionado.
Le cuento que Bea y yo nos hemos quedado tiradas en la carretera, y dice que ya lo suponía y que tenía que haber ido a buscarnos, pero es el destino.
Le digo más tarde que la idea del destino es medieval, y que todas las personas de hoy en día nos sentimos dueñas de nuestra vida.
Le preparo un bocadillo de jamón.
Se mira al espejo y dice que qué delgado está. Le digo que sí, que está muy delgado, pálido, que parece que tiene SIDA. Supongo que le sienta fatal, pero no dice nada.

Se va. Dice que volverá a las 11, 12 o 1. Yo voy a pasear a la perrita y me lo encuentro a las 11 en el Parque de los olivos. No está con Sandra sino con sus colegas Nomi, Nabil, Ada, etc. Ada se me acerca y tiene las pupilas tan dilatadas que casi ocupan todo el iris. Me vuelvo a casa hecha polvo. Se va a ir con el coche.

Estoy contenta con que se plantee su vida (trabajar, compartir piso) pero muy disgustada porque de nuevo me trata mal y ha salido con sus colegas y con el coche, con el consiguiente riesgo. Y no se da cuenta de que todavía no puede estar en ambientes donde haya droga. Yo sí que estoy cansada, cansadísima.

Volvió con el coche a las 6 más o menos.

Sábado 7 de julio

No debió fumar ni beber, porque se despierta hoy a las dos.
Baja y le saludo, le digo que vi a todos (Nomi, Ada, Nabil), que si la fiesta era de Sandra. Dice que no me merezco que me conteste y se va.
Busca ropa interior a su gusto, yo la estoy tendiendo y está mojada. No dice nada.
Se ducha y dice que se va, sin comer pero no le digo nada. Le ofrezco tabaco y se disculpa por como me ha contestado, pero que es que yo… (continúa con voz indignada). Yo le digo que yo no me asusto, que así lo hace habitualmente.

Se va y ya enlaza con la noche, sin avisar. No vuelve.

Bueno, ya es hora de ir sacando conclusiones:

- Lo único por lo que realmente ha luchado este año ha sido por el coche.
- El coche le supone subir de estatus en el grupo de amigos.
- No es sincero conmigo en los asuntos cotidianos.
- En las conversaciones, argumenta de maravilla. Pero en la vida, el pensamiento no le dirige: se mueve exclusivamente por sus apetencias.
- Ha ido con Esther por mi (se le escapó, me lo dijo así literalmente. Realmente, él no quiere dejar las drogas sino sólo cubrir el expediente).
- Se ha desarrollado de modo que muestra dos caras: cara a la galería es de una manera, y en cuanto coge confianza de otra. También cambia mucho según pueda utilizar o no a las personas, y por supuesto a mí también.
- Todas las actividades que hacía han sido una manera de torearme: no se ha identificado con ellas, o sólo superficialmente. Su interés ha estado donde está siempre: discotecas, colocarse, etc.
- No tiene una relación de comunicación y amistad con nadie. A este tipo de amigos les da de lado (Samu, Aitor, Jose). La relación seria la tiene con algunas personas de Algete consumidoras habituales de cocaina (Ada, Nomi, Nabil) o con algunas de Madrid que también consumen (Jenny, Cristian...)
- No ha movido un dedo por nadie: ni por su abuela (llevar la bandeja a la cocina los tres días a la semana que come en su casa) ni por su padre (hubo que obligarle casi violentamente a que fuera a la comida de reyes, la única obligación que le ha planteado este año) ni por su hermana (coche roto y no colaboró) ni por mi enfermedad (todo lo que ha hecho, literalmente, es hacerme tres manzanillas y dos purés). Sólo se dedica a él.
- Nivel de autonomía cero. Si no se le despierta, no se levanta. Tira la ropa sucia al suelo una y otra vez. Hay que recordarle todas sus citas, obligaciones, etc. No organiza sus cosas, ni sus papeles…
- Nivel de violencia muy alto. La más mínima referencia a algo que le desagrade, o despertarle, o cometer una torpeza implica gritos, insultos fuertes, etc. Juzgarle negativamente implica amenazas, o que saque asuntos en los que uno no tiene responsabilidad o usar temas hirientes.
- No adquiere conductas nuevas (por ejemplo, le pido por favor que cierre con llave la puerta de acceso al garaje y no hay modo de que lo haga).
- Ha llegado a pegarme con saña.
- Es imposible que estudie. Es total y absolutamente incapaz. Tiene lagunas tan básicas como no saber hacer operaciones aritméticas, y no tiene intención de aprender.

Por lo que a mí se refiere:
- Me he equivocado al creer que estando encima podría estudiar.
- Me he equivocado al creer que podría incorporar a su vida los estudios que se ajustan a sus capacidades: los sigue viendo como un añadido, un accesorio, un instrumento para poder hacer lo que realmente le interesa.
- Me he equivocado al pensar que todo se lo perdonaría. No le perdono que haya usado la violencia física, y sobre todo que sea tan tremendamente egoísta.
- Me he equivocado haciendo que el dinero de la herencia se lo gastara en un coche, que sólo le sirve para poner en peligro su vida (pues sigue consumiendo), para subir de estatus en su ambiente.
- Me he equivocado dándole tantos privilegios inmerecidos (la buhardilla, ofrecerle siempre comida caliente llegara cuando llegara, regalos como la tele pequeña, la estufa de fuego, la luz rosa, el viaje a esquiar).
- He sobrevalorado su inteligencia y su sensibilidad: tiene mucha labia pero cuando actúa siempre, siempre se deja llevar por sus apetencias.
- Me he equivocado porque yo no puedo con el egoísmo, con la pereza extrema (dos meses intentando que metiera un canapé en una habitación, pegas constantes para el más mínimo esfuerzo) con la crueldad (he sido insultada por él en todas las facetas de las que soy responsable y de las que no soy responsable) con las constantes promesas que no se cumplen, con la arrogancia (se cree que todo el mundo le mira, se cree muy atractivo y muy especial), con la ignorancia (sólo puede chatear o salir, no sabe nada), con la mentira. Es demasiado para mí aunque sea mi hijo. Desde mi punto de vista, algo muy fuerte debe pasarle para que cambie. Si todo esto fuera resultado del consumo de alguna sustancia, tendría una solución más fácil. Si no lo es, creo que lo tiene muy difícil para hacer algo bueno en esta vida, para ganarse la vida y para ganarse el cariño y el respeto de las personas en una convivencia que no sea breve o superficial.

Domingo 8 de julio

Después de haberse llevado el coche habiendo dicho que no se lo iba a llevar (que les iba a llevar la madre de Jenny) y después de irse a la hora de comer sin advertir que se iría directamente a la fiesta y no iba a volver, no llama ni escribe.
Por fin llama y manda un mensaje sobre las seis, y luego sobre las 8, preparando el camino de vuelta (voy enseguida, me lo he pasado muy bien, sólo he bebido ron, etc.)
Llega, no quiere cenar porque dice que ya ha cenado, cuenta que era una discoteca con agua y que le ha gustado mucho. Me pide un cigarrillo. Se sube a la buhardilla y ya no baja. Al acostarse, me dice hasta mañana.

Me siento absolutamente determinada a no discutir, y a darle hechos y no razones. Con las razones me burla constantemente. Así que, poco a poco, voy a sustraerle privilegios y marcar lo que yo hago porque quiero y todo aquello que le doy pero que no puede exigirme.
También me siento distanciada de él. Ha venido con la piel de debajo de las aletas de la nariz roja, pero yo no puedo hacer más de policía, qué se yo. Necesito tranquilidad, y, al fin y al cabo, el único dueño de su vida es él.
Me siento llena de rencor, me utiliza en unas cosas e ignora mi esfuerzo e interés en otras.

Lunes 9 de julio

Se va a clase sin pedir dinero. Yo me voy a pasear a Kira y a la vuelta me ha cogido un paquete de tabaco. Me llama Esther y me dice que tengo que recogerle la orina en un bote que le dio a él. A mí del bote no me había dicho nada.

Me llama por teléfono para decirme que se va a ir a casa de un compañero a estudiar. Yo le digo que ya tiene el curso perdido, que tiene que hacer unas cosas y que tengo que recogerle la orina. Dice que ya se la ha recogido él pero le digo que hay que congelarla. Vuelve.

Cuando viene, no come. Se sube y tengo que ir detrás de él para que me dé la orina. Se queda arriba sin preguntar qué tiene que hacer, mi madre hace que baje. Baja y le digo que saque el lavavajillas, haga la ropa y tire la basura. No dice nada pero se va muy airado. No tiende ni tira la basura y se sube dejando las cosas a medias. No subo a decírselo. Viene su amigo Samu pero no subo tampoco a avisarle, le digo a mi madre que le diga que ya saldrá Nacho.

Ha comido sin preguntar qué comía.

Le tengo que volver a decir que saque la basura y que tienda. Por la noche, sólo me habla para preguntarme qué hay de cenar, le digo que ya he cenado y lo que tiene que cenar él pero cena otra cosa.
A última hora le digo que he pensado que me lleve en coche a ver a Esther.


Martes 10 de julio

Nacho me lleva, en silencio, a mi entrevista con Esther.

Entrevista con Esther:

Intento trasmitirle que Nacho es muy parcial en lo que dice, que su fin último es siempre "quedar bien" y que altera las cosas a su conveniencia. También intento trasmitirle la idea, para mí clave, de que ha instrumentalizado sus estudios para estar a bien conmigo para conseguir el coche. E incluso el tratamiento lo ha instrumentalizado para lo mismo ("Por qué te crees que estoy dejando los porros, pues para conducir"). No le da importancia a estas dos cosas.

- Me hace que le cuente de nuevo la "pelea" que tuve con Nacho. Me pregunta muchos detalles (¿cuántas veces me pegó puñetazos? ¿y qué más? ¿pero qué pasó después? Etc.) Insiste en que, ocasionalmente, "nos damos mutuamente lo peor de nosotros mismos". No comprende la asimetría de la relación. No comprende que este abuso físico es la continuación de constantes abusos verbales. No comprende que una relación en la vida no tiene que ser una relación terapéutica: yo debo defender mi integridad, y es lícito que me rebele. Termina diciéndome que hay otros medios mejores de intervenir que escupir, con lo cual estoy de acuerdo y es impertinente que me lo diga. No conoce el contexto.
- También habla de la buena relación de cariño que tenemos (sin más referencia que la que le da Nacho). Le digo que para Nacho es casi un tópico decir "mi madre para mí es la hostia…" pero que hay que saber qué hay detrás, y que no hace por nadie, y tampoco por mí.
- Sale otra vez el tema de que agobio a Nacho. Yo lo rebato y ella insiste argumentando que todo es cuestión de perspectivas (esta planta para ti puede ser…). Me parece una forma barata de pasar por encima. Le digo que, contrapuesta a la imagen que tiene Nacho, siempre hay una referencia real que soy yo misma. Dice que por eso me ha citado (¿una vez en tanto tiempo?)
- Le expreso mi repulsa ante Ana, que se ha jactado de traficar con drogas. No hace comentarios.
- Me vuelve a decir que tengo que vivir mi vida. Pero bueno ¿qué clase de imperativo es ese? La persona que está en tratamiento es Nacho y no yo; que me diga entonces que a Nacho le conviene un cuidado distante, y no cercano; o que me diga que procure distanciarme de las situaciones para poder actuar de forma más calmada… pero ¿qué es eso de mandarme a mí a vivir mi vida?
- En un momento dado hablo despectivamente de "drogadictos" y lo desaprueba rápidamente. Me dice que muchos drogadictos llevan una vida normal (entonces, pienso, según el DSM-IV es que no lo son) y que es más todo lo que hay en torno a ellos que la cosa en sí. Aún así, añade que Nacho no da el perfil (bueno, según lo anterior no habría problema en que lo diera. Pero Nacho, de vida normal nada).
- Me dice que con Nacho va a "trabajar" (¿sobre qué base teórica?) el proyecto de vida. Le digo que me parece bien, pero sinceramente no creo que tenga las herramientas para ayudarle. A ver qué le trasmite y qué influencia ejerce sobre él, si le ha inflado el autoconcepto enormemente, desconoce sus capacidades, sus aficiones, conoce sólo retazos de su historia personal y no creo que esté muy informada de la oferta formativa y laboral ni de cómo funcionan los procesos de toma de decisiones (tiene que tener bastantes alternativas). En fin, que esto en un centro que lucha contra la adicción no parece tan adecuado hacerlo como en un centro formativo, al menos en el caso de Nacho.

En definitiva, no me parece que tenga formación para abordar muchos de los temas que está abordando. Ya he leído sobre estos profesionales en documentos del Ministerio de Sanidad.
La conversación se desarrolla sin una línea y con constantes interrupciones mutuas. Hay conversaciones secas con una gran calidez de fondo; esta conversación llena de cumplidos (Ella: "lo que tú hagas estará bien", "Nacho tiene una familia buena"; yo: "has conseguido muchísimo" "gracias por llamarme", etc.) tiene un fondo censurador y frío. Si yo como psicopedagoga me dedicara a hacer terapia familiar, no lo haría peor. Sigue sin inspirarme confianza. Me da la sensación de que en la dinámica de terminar con las adicciones hay una primera fase de ganarse a la persona (y eso a base de darle la razón en casi todo) y una segunda fase de controles de orina. Para poco más reciben preparación.
Creo que está siendo muy negativo el que se haga eco de Nacho en sus peores aspectos: críticas infundadas contra mí (¿es agobio llamarle a comer si quiero que coma caliente?), grandiosidad ("ojalá todos los que vinieran aquí fueran como tú", casi el primer día de conocerle), atribuirle virtudes que no tiene ("reflexionas muy bien") etc. Si este es el precio de que deje las drogas, lo pagaremos; pero a veces es peor el remedio…

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De vuelta a casa, otra vez en silencio, le pregunto que si me deja la cámara de fotos. Me dice que para qué la quiero. Le digo que para mis cosas y me dice que no.
Después me pide un cigarrillo y le repito la petición de la cámara, me dice que no y yo le digo que no. Dice algo sobre cómo estoy ahora, sin hablar. No contesto y se va.

A mediodía le pide a mi madre dinero para el parking. Le mando un mensaje, por la tarde, diciéndole "Por qué no me lo pides si se te olvida?? El que no pide es porque no quiere dar. Lo mismo que esta mañana con el tabaco".

Por la tarde viene tenso. He estado leyendo en Internet la importancia de estar al lado de las personas con adicciones. No puedo seguir sin hablarle: primero porque es demasiado incómodo para mí misma, segundo porque es una estrategia infructuosa. Le digo que quiero hablar con él.
Soy yo la que me acerco a él, él está bastante distante, pero se va relajando paulatinamente. El está tumbado, apenas me mira, yo sentada.
- Al principio me dice que si este es el efecto de la conversación con Esther, le digo que no.
- Se muestra descontento consigo mismo. Dice que este curso no ha conseguido nada, yo le digo que eso no es cierto, que ha conseguido otras cosas, etc.



Miércoles 11 de junio

A mediodía está tranquilo.
Por la tarde, cuando me trae en el coche de vuelta a casa, le voy diciendo que tiene que cerrar la puerta de comunicación del garaje con la casa; que desde que ha empezado a usar el coche prácticamente nunca la ha cerrado; que a la próxima vez que no la cierre me va a tener que dar el mando y no va a poder usar el garaje. En esto, abro la puerta del coche y roza con la pared, produciéndose un rayajo como media cabeza de alfiler de los antiguos en un lugar poco visible. Se irrita muchísimo, empieza a gritar y me llama imbécil. Sube la escalera y se deja la puerta de comunicación abierta. Le pido entonces el mando, me lo da lleno de indignación y le digo que yo le prestaba el garaje, ahora se lo pido y no tiene por qué enfadarse. Se sube indignado.



Jueves 12 de junio

Me despierto a las 10:30 encontrándome bastante mal: nuca rígida, tobillos hinchados, diarrea ya más de una semana, boca pastosa, pecho cargado. Pienso que, como hasta mediados de agosto no terminan los efectos de la quimioterapia, debo ir a urgencias.
Entro en la habitación de Nacho y me pide perdón por no haber ido a Microfusa (¿perdón? El perjudicado es él. Sigue viendo sus obligaciones como algo que debe hacer por los demás.) Le digo que mejor que deje de ir a Microfusa, porque eso le deja las puertas abiertas para repetir el curso si quiere, y que quiero que me lleve a urgencias y dice "¿te encuentras mal?" y no dice nada más y se queda en la cama. Yo me bajo al salón.
Al cabo de un tiempo, le llamo y baja. Le digo lo que hay que hacer antes de irnos: recoger la cocina de su cena de anoche, poner el riego automático, sacar a Kira, echar la carta del seguro, etc. Le sienta fatal y empieza a lanzarse contra mí, gritando mucho y con gestos agresivos:
- Primero, que cuando toso parece que escupo los pulmones, que hoy no fume ni uno solo, que cuando toso se le eriza el vello.
- Que me vaya a duchar. Yo le digo que no porque le tengo que explicar cosas que no sabe (ej., funcionamiento del riego, el seguro…). Empieza a decir que le estoy vigilando y otras cosas que murmura y que no oigo.
- Me llama mentirosa (no recuerdo por qué), que me creo muy lista y que su familia es una mierda y que él es el que más ha sufrido, etc. Yo no le he dicho nada en toda la discusión.
- Intento decirle que ya he vivido esta situación pero con otros protagonistas, cuando su padre no quiso llevarle a urgencias y se quedó durmiendo. Me pongo en la escalera para que no se vaya y para que me escuche, pero no se lo puedo decir, dice que no tiene por qué escucharme.

Me voy a pasear a Kira y cuando vuelvo le digo que por fin no voy a ir a urgencias (me voy a apañar con remedios caseros, estoy mejor) y se ha tranquilizado: quiere taparme los pies y me hace el sueroral. Se sube y me dice que si necesito algo le dé un toque al móvil.
Yo estoy indignada en la primera parte y llorando en la segunda, pero creo que no nota ninguna de las dos cosas.

Natalia dijo...

Wow.

Aquí nuevamente Natalia. Agradezco enormemente la publicación de este texto. Siento como si en un texto hubieran definido un año y medio de relación. Es... extraño, doloroso, me siento increíblemente angustiada y movida por dentro.

No hay nada en este texto que no sea cierto. Es increíble cómo un análisis psicológico puede poner en evidencia un año y medio de vida intentando comprender. Comprender todo. Comprender demandas. Comprender apegos. Comprender amor real o irreal. Comprender sufrimiento. Comprender abusos. Comprender y no lograrlo. Comprender y lograrlo recién ahora.

En mi caso personal, sí estuve enamorada y mucho. Precisamente, fue ese enamoramiento el que producía un mecanismo retroalimentado en mí:
a) Percibía racionalmente actitudes negativas, dañinas, mentiras, engaños, manipulaciones.
b) Él me decía que mis actitudes eran causales de todo conflicto en la pareja y solicitaba cambios.
c) Cambiaba lo que solicitaba porque, al fin y al cabo, era mi pareja, estaba enamorada y si no lo justificaba tenía que dejarlo.
d) No me tocaba, no era dulce, no se me acercaba aducciendo que mis percepciones que habían generado conflictos lo distanciaban emocionalmente.
e) Me sentía impresionantemente herida y degradada porque me preguntaba cuánto tiempo, si habían pasado días de por medio, necesitaba para volver a quererme.
d) Discutíamos. Me decía que tenía que "ganarme" su afecto o "recuperar la pareja" porque yo era culpable de su desapego emocional. Me trataba de pendejita, nenita, taradita.
e) Intentaba cocinarle gourmet, tratarlo dulcemente, limpiarle la casa, hacer todo esfuerzo por reconquistar su amor.
f) Se acercaba, pero me pedía que no vuelva a cometer errores porque la pareja no funcionaba por mi culpa.
g) Funcionábamos bien unos días pero volvía a desapegarse porque se hartaba o me pedía tiempo a solas o dejaba de tener ganas de mostrarse afectivo, súbitamente.
h) Me desesperaba. Le planteaba por qué reaccionaba así, por qué cada vez que estábamos bien se desapegaba de mí. Le pedía que se entregue.
i) Me decía que no podía entregarse por culpa de mis actitudes y que las peleas constantes que teníamos lo distanciaban y yo tenía que restaurar la pareja.
j) Me cansaba. Peleábamos. Me echaba.
k) Hablábamos, me manipulaba, me culpaba, remarcaba cuánto me amaba y extrañaba que estemos bien (siendo que al estar bien se desapegaba).
h) Lloraba, le pedía perdón, le decía que iba a cambiar y que tenía razón y que mis podía mejorar.
l) VUELTA A LA A.

Dentro mío, sabía que no eran normales sus actitudes. Lo justificaba. Me enojaba, incluso lo odiaba. Gritaba, lloraba a escondidas porque él no me dejaba llorar. Sin embargo, no podía evitar pedirle perdón o someterme a sus demandas porque sentía que era el único modo de recuperar la pareja. Inclusive si no quería estar en la pareja, necesitaba sentir que no iba a sufrir por mí.
Sentía que era un objeto único de su deseo pero, a la vez, me sentía crónicamente rechazada y menospreciada. Sabía que sufría pero dejaba por completo de lado mi dolor o cualquier sentimiento mío por complacerlo. Sencillamente, no podía pelearme porque al hacerlo me hacía sentir culpable. De algún modo, me sentía culpable y no me sentía culpable a su vez.

No me sentía culpable interiormente pero tuve una madre que me culpabilizó al punto de agarrarme del pelo y ponerme al nivel de una alacena por haber volcado migajas de una barra de cereal. Cada vez que él me culpaba, reproducía la misma actitud que tenía con mi madre: la odiaba pero lloraba y le pedía perdón, le juraba que iba a ser mejor persona y ella volvía a maltratarme.

Hoy hablé con mi psicóloga y pude ver que busco relaciones en las que actúo ante situaciones psicopáticas del mismo modo que actuaba con mi madre. Sé que no soy culpable, sé que no hice algo malo, pero me agarra miedo y necesito complacer a la persona que me somete. Por dentro siento odio, furia, bronca, pero actúo ante cualquier situación en la que me echen la culpa haciendo lo imposible por revertir el teórico daño. Siento un nivel incontenible de agresividad porque me gritan durante horas porque rompí un vaso o pasó algo tonto, pero sin embargo voy y gasto 50$ en comprar 4 vasos y el resto de las cosas que falten en la casa. Hago lo que sea para evitar una situación en la que me maltraten pero, a su vez, no me voy de la situación.

En el momento, siento que no quiero vivir eso pero después borro por completo de mi mente todas las situaciones de sometimiento y me quedo con el placer superficial. Gozo, como dicen en este texto. Gozo que dura muy poco, gozo que solo sucede al cumplir las expectativas del psicópata y que, una vez cumplidas, resultan en más demandas a fin de volver a "ganar" el beneficio de ese gozo, efímero, pasajero, vicioso...

Algo curioso que me gustaría acotar fue mi respuesta cuando muchos de mis amigos me preguntaron por qué seguía volviendo con él. Dije: Porque él no me hace feliz, pero la felicidad que siento es secundaria, la felicidad que siento es la de dar todo, la entrega total, ser "esposa", ser ama de casa, encargarme de las cosas, cuidarlo, hacerle una comida perfecta, hacerlo feliz.

Él nunca sería feliz conmigo porque ninguna entrega mía generaría una entrega suya. Yo nunca sería feliz con él porque siempre sentiría que "me falta". Siempre tendría que ganarme la teórica entrega que nunca llegará. Siempre tendría que ganarme sus besos, sus abrazos, su cariño.

Mi mayor error es caer en mi propia trampa: Si su entrega no llega tengo que dar aún más para lograrla, y me satisfago cuando pruebo que puedo dar aún más, a la vez que me frustro por no lograr reacción alguna en él, pero disfruto simultáneamente el dar y entregarme aún más.

Creo que en este mecanismo, quizás, hay una reafirmación inconsciente de la vivencia con mi madre. Cuando ella me gritaba por algo y yo revertía el problema (como migajas o no haber tirado la caja de una pizza, motivos que la llevaban a maltratarme psicológicamente en extremo) me siento AUTOSATISFECHA. No siento satisfacción en mi relación con él sino que siento satisfaccióna al comprobarme que soy capaz de satisfacer esas expectativas y que no puedan decirme nada. Pero lo hacen. Y yo me reafirmo interiormente, a la vez que me destruyo.

Espero que este comentario les sirva a otras personas que viven situaciones similares.

Saludos!

Muchas gracias por la página, es muy productiva.

PD: Es cierto que buscamos personalidades psicopáticas porque otras personalidades nos resultan aburridas. Enteramente cierto. De algún modo, sé que sería feliz con personas que me amaran de un modo más sano pero también sé que las considero insulsas. Quiero salir de eso. Estoy peleando mucho para lograrlo.

Anónimo dijo...

querida natalia, lei tus dos escritos y al igual que tu tengo esa autosatisfaccion de cambiar, de ganarme, de luchar "el amor", vienen sabiamente dicho por ti de esa necesidad insatisfecha de niña, en mi caso el de mi padre, autista emocional, totalmente falta de afecto y cariño, de alli que aguante tanto con un hombre que destruyo literalmente mi vida; yo daba y el no daba nada; me entregaba, y su entrega nunca llego, aun despues de casi dos años sin él, lo extraño, es algo ilogico, irracional, ayer me llamo, y no lo atendi, en otra epoca, lo hubiera heco, pero poco a poco he logrado controlar ese impulso animal que me arrastra y me somete a él, al psicopata..
yo deseo cambiar, encontrar en los hombres normales el amor, porque despues de mi experiencia que fue agotadora al extremo y casi pierdo la razon, quiero algo bonito, diferente y normal..
cuidate siempre
Luz

Anónimo dijo...

Excelente blog! Me surge una duda. El psicópata puede enamorarse y cambiar a partir de eso??

Anónimo dijo...

Hola, exelente orientacion y comentarios que ilustran y enriquecen, la verdad que es mas facil mirarse en hechos vividos por otra persona para identificar el problema propio, muchas gracias.

tengo 46 años y una madre con varias de las caracteristicas mencionadas, desde la desvaloracion constante y el doble discurso de "por que no lo haces si vos podes", tube que lidiar con muchos fracasos y siempre la escucho aunque no este presente,gracias por todo.

carola dijo...

tengo un marido que es un psicopata,de esos que saben con toda su inteligencia seducir y saber que es necesario hacer en algunos momentos que se ponen dificiles ,pero estoy hace 20 años sola en cada situacion dificil de mi vida ,sola en cada situacion feliz de mi vida ,intentando complacer ,dando y dando pero el siempre esta desvalorizandome y humillando ,en mi caso aprendi a vivir sin amor,y a aceptar que jamas sucedera algo diferente ,Me deja con la falta literal ,real,sin que nada de le mueva ni lo semsibilice,por suerte recibo amor y afecto de todos mis seres queridos

carola dijo...

tengo un marido que es un psicopata,de esos que saben con toda su inteligencia seducir y saber que es necesario hacer en algunos momentos que se ponen dificiles ,pero estoy hace 20 años sola en cada situacion dificil de mi vida ,sola en cada situacion feliz de mi vida ,intentando complacer ,dando y dando pero el siempre esta desvalorizandome y humillando ,en mi caso aprendi a vivir sin amor,y a aceptar que jamas sucedera algo diferente ,Me deja con la falta literal ,real,sin que nada de le mueva ni lo semsibilice,por suerte recibo amor y afecto de todos mis seres queridos

Anónimo dijo...

tener un marido psicopata es algo asi como ir desangrandose despacito ,saber y sentir que realmente no sabe lo que es el amor te hace desesperarte y solo mucha cordura hace que no te lleve a actuaciones lamentables,los psicopatas eligen mujeres o muy necesitadas de afecto,o muy idealistas que no soportan romper con aquello que es todo lo que esperaban ,la flia.Me la pase todo el matrimonio decorando y poniendome caretas de felicidad ,nadie sabe el vacio que tengo en cuanto al amor ,al respeto y a sentirme la buena mujer que soy,el supo como destruir esos afectos en mi,y hacerme creer que la vida es asi .El se siente dios ,y yo me encargue toda la vida de sostenerlo,ahora que no lo hago no existo ni en su mirada ,jamas le importe pero hice que creia que si ,para seguir adelante el es un psicopata y yo una mina que no supo saber poner los limites a tiempo

Camila dijo...

Me gustaría saber qué tipo de hombre es el que te tenido desde hace 8 meses.Me ayudaría mucho saber qué tipo es. Yo tengo 41 años, divorciada, 2 hijos. Me encuentro mejor que nunca como persona y mujer, feliz, realizada a todos los niveles y capacitada para relacionarme de forma madura y tolerante, pero con él es imposible. Conocí a un chico de 35 años, muy atractivo y seductor, y me desestabilicé por completo. Comenzamos como una "pareja liberal", muy bien en el sexo. Sólo yo me encariñé de verdad, y su cariño fue en aumento pero siempre con halo de distancia. Me decía q le diera tiempo, que tenía pánico al compromiso.. Pero lo que a mí me desquiciaba (llegué a perder 10 kilos) es esa manipulación de aparecer-desaparecer. Dos dias sin contacto ni comunicación por alguna vía… luego volvía maravilloso… luego se “perdía”. Creo q conectó con mi tendencia a la dependencia emocional.Lo quedé como idealizado. Con el tiempo, me dí cuenta que él se estaba enganchando a mis mimos y halagos y a tratarlo como un rey en mi casa. Se dejaba mimar como quien tiene derecho a todo, pero no daba al mismo nivel, ni muchísimo menos. En lo cotidiano, aunque es encantador, yo empecé a percibir su ira y malestar aun con comentarios míos totalmente inocentes, se los tomaba como una severa crítica y amenaza.Dejaba yo la relación diciéndole: "eres un hombre maravilloso para mí, pero no soy capaz de sostener tus ausencias y menos sabiendo que es por infidelidad". Ahí él decía que vale... que lo entendía, pero no se dejaba dejar, volvía. Esto sucedió 4 o 5 veces, siempre lo dejaba amorosamente, sin desprecio; y alargué tanto la relación porque cada vez que lo dejaba, él incorporó nuevas conductas gratificantes para mí; llegó a decirme que se ha enamorado de mí, y empezó a llevarme a todos lados (aunque supe que a otras las llevaba a los mismos) Me quería incluso presentar a sus padres cosa que me extrañaba mucho dado su miedo al compromiso. A los 5 meses o así ya se permitía decirme que “tengo un problema” si pido ayuda para algo, pues ¿por qué no aprender a hacerlo yo todo? (por difícil que fuera, y por poco tiempo que yo tenga).. Él tenía muchos celos de otros hombres, pero lo contenía muy bien con su educación, al menos por ahora.. Una de las veces que corté con él, estuve con otro hombre, y se lo dije, y aunque no le gustó, lo aceptó, pues sabía que él no era fiel. Pero se pegó más a mí, más tiempo.Hasta que hace unos diez días se perdió de nuevo un día y medio, le dije que hasta aquí habíamos llegado, que tengo gente que siempre me informa de sus infidelidades, y bueno en esta ocasión me extrañó, que aceptó la ruptura, le sentó fatal que “creyera a otras personas”; me dijo que "ha conocido a otra" así de golpe, no sé si por despecho o es verdad, pero siempre ví que no le sienta bien “ser dejado”. Toda su desesperación de otras veces cuando lo dejaba y palabras de amor, han desaparecido de golpe. Es frío y escueto en sus e-mails, no cierra la relación con humanidad, Eso me duele, la verdad. Aunque supongo que es una suerte, pero su forma me daña. ¿De repente me odia?. Tendía a querer colocar todo en la casa, y hace demasiadas cosas de voluntariado social, en temas de Seguridad de la población etc., pero no le veo compasivo, sino como q quiere ser válido. No entendía que yo no pudiera “compartirlo”. En fin, alguien como muy en su mundo. ¿Qué tipo de persona es por favor? Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Soy una complementaria, y me siento muy identificada con todo lo que expone el Dr Marietan.
Soy absolutamente complice de todo lo que he vivido porque lo he permitido, porque cada vez que se alejaba de mi, mi psicopata, iba corriendo a sus pies a suplicarle.
Porque cada vez que se acercaba sentía que algo no iba bien, que no era sano, que no era real.
Pero sus exigencias de cambios, sus reproches, sus continuas malas palabras, desplantes etc, me ponían en la tesitura de querer, mas que nada en el universo, que me volviera a coger, a manipular...
Lo sabía, sabía que no estaba bien, y creo que en el fondo de todo esto, él sabía que yo lo sabía y por eso no estaba nunca conforme. Yo no me entregaba al 100%, en las formas si, pero sabía que no poseía mi fondo, el fondo en el que se que esto no va a ninguna parte...
Por eso nunca me daba tregua, un día bien, diez días mal, y yo esos díez días detras como un perro...
Es curioso que el día que estabamos bien, podía apreciar como ninguno que esto no iba a ninguna parte... por eso, solo por eso me daba tanta guerra, estaba tan ocupada intentando hacer que volviera a quererme que me olvidaba de que ya no estaba agusto ni el día que estabamos bien.
Ahora, hace 12 días que se ha ido de mi vida, y todo empezó como siempre, con sus reproches por absolutamente todo lo que yo hiciera, y estuve de acuerdo en dejarlo, recuerdo aún su cara de estupor!!!
Mi fuerza es muy fragil, se, y soy consciente de que la cosa no lleva a ningún lado, pero si vuelve, vuelvo... practico el contacto cero, pero evidentemente el contacto mental no es cero, es casi 100...
intento mantener en mi mente todo esto, saber que no voy a ningun lado con esto, saber que, aunque soy fuerte y conozco todo esto, he tenido durante esta larguisima relación altos y bajos mentales, he roto a llorar muchisimas veces, y he llegado a sentirme lo peor del planeta...
Anhelo y temo en la misma medida que se ponga delante mio y me pida volver, es como solucionó otras veces este hecho, si yo no le persigo en tiempo X, vuelve lloroso a rogarme y yo, vuelvo.
Se que no llegaré a ninguna parte en esto, pero mi respuesta instantanea es "ya acabaré mañana, pero hoy, que vuelva.."
un saludo y gracias

CAROLINA dijo...

Creo que si puede estar al servicio del neurotico... al servicio de ser un señuelo... de ser inalcanzable. que pasa si de amado quisiera pasar a amante, podria? en un sillon.... con asociacion libre, que se logra en su opinion?

Anónimo dijo...

Me he quedado conmocionada. He sido muy dependiente de un narcisista y mi perfil psicologico es el de cuidadora-salvadora. Coincido contigo cuando mencionas que cuando pedías cariño o un abrazo te decía que te lo tenias que ganar. Exactamente igual
Quédate sola, un tiempo. Yo me separe y pase un mes absolutamente sola en el cual tuve consciencia de este tema del narcisismo. Como apunte mi trabajo de fin de carrera versaba sobre el narcisismo. Me dio por releerlo y

Anónimo dijo...

No, no tienen desarrollados los afectos. No te molestes

Anónimo dijo...

El
Me decía que la única persona fiable era él

Anónimo dijo...

Convivi con 7 años con su psicopata: encantador, gran amante, etc.
señales de alerta:

Siempre prometen. Ofrecen un maravilloso futuro ¿ POR QUÉ? porque no pueden darte un presente

Detectan tus necesidades emocionales ( por eso son grandes conversadores y saben escuchar) para ofrecer satisfacer tus carencias.

Pese a que dicen amarte como a nadie, y a afirmar que eres especial, usualmente hablan con desprecio sobre las mujeres en especial cuando se refieren a sus antiguas parejas.

usan el sexo como una herramienta para crear dependencia; incrementando la actividad sexual y practicando lo que a su pareja más le guste.

Mienten descaradamente, al punto de si son descubiertos fingen ser víctimas de si mismos y dicen no saber por que hacen lo que hacen.

¿Solución?

1)contacto cero
2) despierta todos los días afirmando: Soy feliz, gracias a Dios ya no vivo en la mentira
3) Ten fe en el resto del mundo
4)Rompe vínculos con amistades y lugares en común.

Sí se puede, yo lo viví y lo supere....

Anónimo dijo...

Buenas tardes:
Creo que soy una sociópata o un psicópata, no tengo claros aun ambos conceptos, pues parecen entrelazarse en muchas publicaciones, casi parecen sinónimos. Cuando conocí a mi novia (hace 10 años), ella estaba estudiando psicología, yo era un muchacho muy extraño, retraído y antisocial. Ella era una chica guapa, muy popular y carismática, en su universidad le hicieron test de personalidad y salió que tenía algunos rasgos de psicopatía. Ella es muy inteligente pero muy sensible emocionalmente. En fin, llevamos años juntos, nuestras personalidades han evolucionado, yo deje de ser el chico raro y con su ayuda he llegado a ser una persona encantadora, extrovertida y manipuladora. Ella me apoya en todo y se ha convertido en mi complementario. Ella presentaba rasgos narcisistas que tuve y sigo neutralizando, no los podía soportar. Según ella misma comenta por un día que la trato bien vienen varios días en que la trato mal. Un tiempo llegue a maltratarla físicamente alguna vez, nada grave, pero era irracional el que me enojara tanto cuando ella no hacia lo que yo quería, o si las cosas no salían como yo quería y ella tenía algo de culpa. Llegue a decirle cosas horribles, lo peor es que cuando cometía estos abusos no me sentía arrepentido, aunque le decía a ella que sí. Ella habla muy bien de mí a toda su familia y amigos, siempre me hace quedar bien en todos lados, me trata superbién. Ella es guapa y carismática también, a veces cuando necesito que hable con alguien para un propósito en específico, dejo que devele su comportamiento egocéntrico y encantador. Solo en ese momento, cualquier comportamiento fuera de esa norma, es castigado, ya no físicamente solo emocional.
Ella tiene miedo a cualquier reacción negativa mía. Soy posesivo, tengo miedo a perderla. Siento que aprendí muchas cosas de ella, potencialice mi personalidad y cada día me perfecciono más. Ha sido una relación extraña pero gratamente satisfactoria. De alguna forma nos queremos, hay muchas formas de querer ¿Qué hay de malo en eso?. No todos los humanos pueden ser líderes, los subordinados deben obedecer consciente o inconscientemente, somos una gran manada.
No lo veo como algo malo, solo es una forma de sobrevivir, yo lo veo como un don o como un rasgo evolutivo. Ves a la gente, la estudias, la gente es transparente, todo su lenguaje corporal las delata. De hecho soy asiduo lector de libros de lenguaje corporal y psicología para entender mejor a los demás. Y bueno, la gente ahora está más informada y varias personas han detectado esos rasgos de psicopatía y sociópata que ustedes exponen aquí, por eso me interesó su blog. Bueno esa es mi vida, mi novia es mi entrenadora-animadora-cuidadora, ella me recarga de energías si me empiezo a sentir triste, me calma en mis periodos de neurosis, me conoce a la perfección. El chiste es que todo esté bien en el exterior, al fin y al cabo este mundo de apariencias eso es lo que se espera, yo solo evolucioné para sobrevivir y ganar.

Anónimo dijo...

HOLA, LA RELACION CON MI MADRE ES TENSA, TENGO 50 AÑOS Y ELLA 85, NUNCA JAMAS DISCUTIMOS YA POR SU EDAD, PERO CUANDO ERQMOS MAS JOVENES SI, SIEMPRE SENTI QUE SU AMOR HACIA MI NO ERA INCONDICIONAL, Y HUBIESE QUERIDO QUE FUESE COMO ES EL MIO HACIA MIS HIJOS, SUS ENFADOS PARA CONMIGO ERAN DEMASIADOS, SENTI HASTA ODIO HACIA MI PERSONA DESDE MUY CHICA, HASTA LLEGAR A DUDAR SI ERA YO VERDADERAMENTE SU HIJA BIOLOGICA, MI PARECIDO A ALGUNAS PERSONAS FAMILIARES ME SACARON LA DUDA, DE TODAS FORMAS NUNCA VI FOTOGRAFIAS DE ELLA EMBARAZADA Y SE QUE SIEMPRE FUE PARTIDARIA DE LA ,MENTIRA PIADOSA,SIEMPRE SE PONE MAL CUANDO DIGO QUE UN HIJO ADOPTIVO TIENE DERECHO A CONOCER SU FILIACION VERDADERA, NO LE GUSTA EL TEMA, LO EVITA, SIEMPRE DICE QUE HAY QUE MENTIR PARA EVITAR PROBLEMAS. NUNCA FUE AMIGA DE LA FRANQUEZA AUNQUE DUELA, SIEMPRE TUVO PROBLEMAS DE CARATCTER Y CERO AUTOCRITICA PART CON MI EDUCACION, EL RESULTADO ES HABERME CRIADO COMO SI FUESE INVALIDAD, NUNCA LOGRE TRABAJAR, NUNCA FUI ACEPTADA EN NINGUN LADO, SOLO COMO ENFERMERA, PERO NO FUI JAMAS A BUSCAR TRABAJO PORQUE SEGUN ELLA YO NUNCA NECESITE, TENGO PROBLEMAS NEROVIOSOS EMOCIONALES COMO CONVULSIONES ESPORADICAS Y ASMA COSA QUE NO ME PRIVABAN DE TRABAJAR AUN SIENDO RECIBIDA CON ESTUDIOS TERCIARIOS.Y OTRAS CAPACIDADES ARTISTICAS. ESO ME IMPOSIBILITOUNA VIDA ADULTA E INDEPENDIENTE,ME CASE CON LA CONDICION DE QUE MI ESPOSO ME MANTENGA DE POR VIDA. PERO MIS MALESTARES SON PASAJEROS CONTROLABLES Y DE ORIGEN NERVIOSO NO ORGANICO. TENGO TRAUMAS POR SUPERAR PERO SOBRE TODO PARA CON ELLA SABER QUE REALMENTE ME AMA. O NO. YA QUE CON MIS HIJOS SOY UNA MADRE EJEMPLAR, NOS LLEVAMOS EXTRAORDINARIAMENTE BIEN SOMOS MUY AMIGOS,TENEMOS FUIDA COMUNICACION, AFECTO EXPRESO, FISICO, Y CONFIAN EN MI COMO YO EN ELLOS COSA Q MI MADRE JAMAS CONFIO EN MI. NO SE QUE HACER DADA SU EDAD.-MIL GRACIAS POR LEERME, Y SI , NECESITO UNA PALABRA.

Anónimo dijo...

A veces me he planteado que el psicópata para convencer a su complementario, utiliza aquello en lo que él mismo no puede participar que es la compasión y la empatía. Es decir, con un "lo hice sin querer" "lo estoy pasando fatal" "sin tí no soy nada" "ayúdame por favor" genera un sentimiento de culpabilidad por desatenderle, que tiene como base el afecto que se siente por él y que él finge. Generalmente tiene éxito en contextos afectivos, familia, pareja, en donde se da por sentada la implicación afectiva del complementario, y esa implicación dirige las decisiones de la persona normal. Disculpen si me atrevo a ponerle nombre a la ganancia del complementario ante la manipulación, pero para mí es un enganche afectivo provocado por un magnífico actor que seduce mediante los afectos fingidos y el victimismo.
Gracias.

Anónimo dijo...

Para anónimo del 08/11/12:
Completamente de acuerdo contigo.Creo que una de las cosas que caracterizan a los seres humanos es la empatía por un semejante, en diferentes grados todas las personas somos capaces de ponernos en el lugar de otro para poder disfrutar con su alegría y sufrir con su dolor. Los psicópatas carecen de humanidad y no pueden moverse afectivamente de su lugar, obtener su beneficio o su objetivo es lo único que pueden pensar con claridad. Sin duda lo saben, por eso fingen. Espero que vivan por ello amargados y torturados.
Los seres humanos hasta que no comprobamos por experiencia que estos seres existen nunca lo hubiéramos podido imaginar y por lo tanto somos carne de cañón para el teatro y la estafa, todo el mundo esta expuesto.
Has hecho una descripción exacta, esas frases entrecomilladas generan esa reacción en cualquier ser humano que pueda llamarse así.
Después de lo vivido creo que seguimos siendo inocentes hasta que no se experimenta el paso de uno de esos seres por tu vida, capaces de todo por conseguir.
También creo que ese mismo conocimiento puede hacer no volver a tropezar dos veces en la misma piedra ni hacer pagar a justos por pecadores. Lo deseo sinceramente para todos los que nos encontramos por aquí.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Hola Camila, me siento muy identificada con vos. estoy con una persona que se comporta de la misma maneraa y lo peor que yo me siento culpable y q estoy equivocada en pensar mal de el. que conclusion llegaste? que tipo de persona es?

Anónimo dijo...

hola,tratando de buscar alguna explicacion a la angustia y la falta de rumbo en mi vida me encontre leyendo un articulo de el dr. Marietan, Me senti identificada... vivi 27 años con un sicopata,todavia ni yo se como logre escapar.De esto hace ya tres años..aunque aun hoy el sigue torturandome com mensajes, se aparece en lugares que frecuento..logro que mis hijos me desprecien..Y el tema es que no se como seguir.. no logro encontrar el camino a la felicidad.Las heridas que dejo son muchas.. Seria largo de contar todo lo vivido,pero para que tengan una nocion el es una persona especial, con un magnetismo unico;logra que la gente(no solo yo) haga lo que quiere, es muy inteligente ,entro en la mistica de una pseudo-religion,y eso hizo que su ego se tornara aun mayor.Siempre estaba desconforme con el sexo,queria cosas perversas.Vivia descalificandome,no servis para nada.. sos una inutil, todo tipo de cosas horribles que no puedo repetir aca..Me alejo de amigos y familia.hubo momentos de agresion fisica,en fin.Necesitaria que alguien me oriente,porque siento impulsos autodestructivos.Gracias

Anónimo dijo...

Hola. En este artículo encontré la descripciòn de mi marido. Honestamente he intentado cortar la relaciòn pero sus amenazas y acciones me disuadieron. En este momento me encuentro otra vez intentando reconstruir mi integridad para poder terminar con todo esto. ha logrado aislarme y hacerme dependiente de él de una forma imperceptible y a la vez grotesca....
Agradeceria que publicaran una guìa de como salir de situaciones como esta.

Unknown dijo...

Estoy en proceso de olvidar a un sicópata. Me separé hace 4 meses de él. Yo sabía que era así. Una vez viendo un programa en la tele lo describía completamente y se lo dije riendo, porque no quería creerlo: "eres un sicópata" y le di las razones. Él sólo sonrió, con amabilidad como siempre. Me daño como quiso y yo aceptaba: se comunicaba con putas, metió un par en nuestra cama, nunca sintió pena por mi, ni cuando estuve muy enferma (con una hernia lumbar) tampoco cuando sufrí la decepción enorme de una traición de una amiga. No soportaba a mi familia. Me sacó de la suya. Le molestaba que estuviera presente en cada cosa que él hacía. En fin. El día en que nos separamos, le dije que nunca había sido feliz y él, nuevamente, sonrió amablemente. Le dije que no lo amaba desde hacia más de dos años y él, me dijo lo mismo pero multiplicado por dos, y nuevamente, con una sonrisa amable.
Compartimos el mismo lugar de trabajo. Lo veo casi todos los días. Me mira con odio o desprecio cuando hay gente alrededor. Cuando hablamos a solas, es amable, pero trata de huir de mi... como con temor. Es un ser extraño, pero lo extraño. Estoy en tratamiento con una sicóloga. Ella me dijo textualmente "agradece que no tuviste una hija con él. Pudo haber hecho cualquier cosa. Él no controla los impulsos". Voy a tener que estar en tratamiento por mucho tiempo. Lo superaré. Estoy segura.

Anónimo dijo...

Hola a todos. Estoy casada con un psicópata. Ahora estamos sin comunicación porque él me ha abandonado y estoy sufriendo por eso. Siempre supe que la relación estaba dañada y me obsesioné por cambiarlo y ser "merecedora de su amor", hice todo para complacerlo. Cuando me enteré de sus infidelidades, me dolieron mucho pero yo quise creer que no fueron por su culpa y lo perdoné, he descubierto tantas y tantas mentiras de su vida y no me importaron. Es un reto conseguir su atención, sus palabras falsas llenan mi vida. Es una droga, lo sé, lo necesito, me hace daño pero no quiero que me deje.
En el sexo hemos dejado volar la imaginación a cosas perversas, y eso ha sido un problema porque yo tengo un límite y no he accedido a sus peticiones de tríos. Incluso su fantasía es que estemos con un transexual. Y consumir drogas.
Me ha agredido, bueno la verdad, si me ha violado y golpeado, y aún así yo he aceptado que solo fue sexo fuerte y he aceptado la culpa porque yo lo provoque o yo se lo pedí, sé que suena tonto, lo sé......incluso le he pedido perdón.
Le he ayudado en su trabajo, me he esforzado tanto para que esté feliz, para que no se enoje y nunca logró penetrar al fondo de su corazón.
Sus cambios de humor son terribles, me grita, me humilla, me descalifica y sigo llorando porque no me deje....
Me siento terrible cuando escribo esto y veo que he perdido mi dignidad y que estoy atrapada en una prisión de la que yo no quiero salir.
A veces me pregunto si la psicópata soy yo...
Con él no tengo hijos, tenemos dos años de relación.
Siento que muero si no estoy con él, necesito que me diga Te amo, aunque se que es mentira, lo necesito.......